Tegucigalpa – El Juzgado de Jurisdicción Nacional desarrolla la audiencia inicial para el alcalde de Brus Laguna, Wilmer Manolo Wood y Jaime David López, por suponerlos responsables del delito de tráfico de drogas agravado en perjuicio de la Salud Pública.
El funcionario enfrenta acusaciones por su presunta implicación en delitos de tráfico de drogas y actualmente se encuentra bajo detención judicial en el Centro Penal de Támara, ubicado en Francisco Morazán.
Esta situación se dio a partir del 28 de agosto, un día después de su arresto en la colonia Villas de Satuyé, en La Ceiba, Atlántida, estos hechos se enmarcan dentro de la operación Nutos, llevada a cabo por el Ministerio Público.
En relación a este asunto, el alcalde compareció de manera virtual durante la audiencia de declaración de imputación en La Ceiba, durante dicha audiencia, se ordenó su prisión preventiva.
Posteriormente, Wood fue trasladado en avión a Tegucigalpa, la capital de Honduras, para finalmente ser remitido al centro penitenciario.
Según investigaciones
En el caso del alcalde de Brus Laguna, de acuerdo a informes de investigación, hace más de 15 años habría comenzado a realizar movimientos de droga y dinero desde Gracias a Dios, hacia Colón y Atlántida, pero fue hace ocho años que comenzó a trabajar de una manera independiente, al supuestamente recibir grandes cantidades de droga con otros narcotraficantes de la zona.
Siendo Brus Laguna y Ebans sus lugares de recepción, se le atribuyen al menos 15 eventos donde recibió cargamentos de droga en embarcaciones tipo go-fast provenientes de Colombia y movimiento de grandes cantidades de dinero en el interior del país y durante el 2018 a la fecha se estima que el actual alcalde habría participado en la recepción, acopio y traslado de al menos 30 toneladas de clorhidrato de cocaína.
La investigación de la ATIC, abarca tres organizaciones denominadas “Los Piningos”, “Los Yanez” y “Los Amador”, que han delinquido por más de 10 años, pero su punto de despegue lo comprende desde 2018 a la fecha, donde han coordinado la recepción de al menos 99 aeronaves ilegales procedentes de Sudamérica, oscilando cada vuelo entre 450 hasta 1,600 kilos de cocaína, todo ello dependiendo el tipo de aeronave y lugar de recepción de la misma. IR