El alza de julio fue producto, principalmente, de un fuerte encarecimiento de alimentos y bebidas no alcohólicas, que contribuyó con el 71,2 por ciento del incremento, señaló un reporte del Banco Central de Honduras (BCH).
También se encarecieron otros productos y servicios, aunque se registró una caída del 19,7 por ciento en las tarifas de llamadas telefónicas internacionales, agregó.
El BCH indicó que la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se sitúa en 6,3 por ciento.
La inflación acumulada en 2006 fue del 5,6 por ciento, y entre enero y julio de este año ya alcanza el 4,4 por ciento.
El BCH mantiene una meta inflacionaria del cinco al seis por ciento para este año, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en marzo pasado en un informe que podría alcanzar entre seis y 6,6 por ciento.
Ante los reclamos de la población por las constantes alzas en productos y servicios, el Gobierno hondureño argumenta que en el país existe un régimen de libre oferta y demanda, por lo que no puede aplicar controles de precios.
Por tradición, los hondureños no dan credibilidad a las cifras del BCH sobre inflación, pues sostienen que los precios reales son superiores.
Este fin de semana se reportaron considerables incrementos a los precios de los granos básicos, especialmente la medida de fríjol en la Feria del Agricultor, que es un termómetro para medir el alza de los productos de primer necesidad.