Tegucigalpa – Aunque no suele hablar en público sobre procesos de extradición entre su país, Estados Unidos, y Honduras, el embajador James Nealon, dejó entrever la noche de este lunes nuevas expatriaciones de ciudadanos hondureños para los próximos días, mismas que dependen de ciertas decisiones que deberá tomar este país centroamericano.
– Ocho hondureños han sido extraditados hacia EEUU por delitos de narcotráfico, dos más están sometidos actualmente a un proceso judicial a la espera de correr la misma suerte.
– Cerca de media docena de connacionales se han entregado directamente a autoridades norteamericanas, siempre relacionado con el delito de narcotráfico y lavado de activos.
Consultado por la prensa que cubre Casa Presidencial, el diplomático norteamericano señaló que “hemos hablado con todo mundo que está involucrado en el proceso y creo que vamos a tener unos éxitos en el futuro no muy lejano, estamos a la espera de unas decisiones y unas extradiciones”.
Así se pronunció el representante de Washington en Honduras, quien acompañó al presidente Juan Orlando Hernández en un evento para promover el turismo catracho.
“Estamos aquí para apoyar los esfuerzos de ustedes”, dijo Nealon en escuetas declaraciones públicas.
Desde el 8 de mayo de 2014 -cuando se llevó a cabo la primera extradición de un hondureño- hasta la fecha, ocho hondureños han sido entregados a la justicia de EEUU, en tanto dos más esperan ser expatriados y media docena negociaron directamente con personeros de la gran potencia del norte del continente.
Recientemente el Departamento del Tesoro de EEUU designó a tres miembros de la familia Rosenthal como cabecillas en el blanqueo de capitales ligados al narcotráfico.
Yankel Rosenthal, detenido el pasado 6 de octubre en el Aeropuerto Internacional de Miami, se enfrenta a una posible pena de hasta 20 años de cárcel, en un caso en el que también está presuntamente implicado su tío, el exvicepresidente y banquero Jaime Rosenthal, así como un hijo de este último, el exministro Yani Rosenthal.
Yankel ya compareció ante un tribunal de Miami y la justicia determinó trasladar su caso a Nueva York, de su lado Yani, de quien se cree se entregó a la justicia norteamericana aunque ni Washington ni su familia lo han confirmado, será presentado en las próximas semanas siempre en este estado norteño de la Unión Americana.
Según el Departamento del Tesoro y la Fiscalía estadounidense, los tres miembros de la familia Rosenthal “proveen servicios de lavado de dinero y otros para apoyar actividades de tráfico internacional de narcóticos de múltiples traficantes de drogas centroamericanos y de sus organizaciones criminales”.
La acusación señaló directamente a la familia Rosenthal y a varias empresas de su propiedad, entre las que figuró el poderoso Grupo Continental y la entidad hondureña Banco Continental, cuya «liquidación forzosa» fue ordenada por el Gobierno de Honduras.
La Florida, Virginia y Nueva York
monopolizan pedidos de extradición
Los ocho hondureños extraditados hasta el momento han sido reclamados por Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Esencialmente los reclaman La Florida, Nueva York y Virginia.
Carlos “El Negro” Lobo fue pedido por La Florida; Juving Suazo Peralta por La Florida; los hermanos Miguel Arnulfo, Luis Alonso y José Inocente Valle, así como la esposa de éste último Marlen Griselda Amaya, por La Florida y Virginia; Héctor Emilio Fernández Rosa por Nueva York; y Wilmer Alonso Carranza por Virginia.
A la par de estos ocho extraditados, otros cinco connacionales fueron detenidos por autoridades norteamericanas: Digna Azucena Valle, los hermanos Javier Heriberto y Denis Leonel Rivera Maradiaga (Los Cachiros); Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014); Yankel Rosenthal y Yani Rosenthal, que presuntamente se entregó a la justicia de EEUU.
Simultáneamente a todos estos procesos judiciales, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés, ha reiterado que un poco más de 15 solicitudes de extradición se encuentran pendientes en ese poder del Estado. La mayoría esperan que la Secretaría de Seguridad efectúe las respectivas órdenes de captura para incoar el proceso que por ley corresponde.
Extraoficialmente se ha informado que otros hondureños estarían negociando directamente sus entregas ante la justicia norteamericana, sin embargo no se ha confirmado nada de estas versiones por fuente locales.