«Estamos en contacto con ellos y tomamos medidas para protegerles dentro de lo que nos permiten las limitaciones legales», dijo a Efe una fuente cercana al embajador Luis Gallegos, que no quiso dar detalles del paradero ni de la identidad de los padres, quienes se encuentran en Estados Unidos.
La fuente, que pidió el anonimato, aseguró que los padres de Luis Freddy Lala Pomavilla se encuentran en una «preocupante situación de desprotección».
«Las causas de la matanza aún no están claras, y eso les hace aún más vulnerables. Las redes de ‘coyotes’ también operan en Estados Unidos», señaló.
Lala Pomavilla, el ecuatoriano que aseguró que el lunes logró escapar del rancho en México donde fueron asesinados 72 inmigrantes y avisó a las autoridades, se dirigía a Estados Unidos para reunirse con sus padres y ayudarles a pagar lo que ellos adeudaban a los «coyotes», según relató a Efe su tía, María Udulia Lala.
María Udulia identificó a los padres como Alejandro y María Oliva Lala y aseguró que llevan siete y dos años en el país, respectivamente.
El Gobierno ecuatoriano pidió a México mayor protección para Lala Pomavilla y ha contactado también a su embajada en EE.UU. para garantizar la integridad de sus padres, confirmó hoy la secretaria Nacional del Migrante (Senami), Lorena Escudero.
La fuente de la embajada mostró su preocupación por la posibilidad de que el cartel de «Los Zetas», una violenta organización criminal que opera en el este y nordeste de México, tome «represalias» contra el inmigrante, quien los identificó como autores de la matanza, y contra sus parientes.
No obstante, no quiso dar más detalles sobre las medidas que están tomando para defender a la pareja por temor a que puedan identificarlos o localizarlos.
El presidente de México, Felipe Calderón, lamentó hoy que haya trascendido a los medios la identidad y la imagen del ecuatoriano, a quien mantenían como testigo protegido.
Lala Pomavilla, de 18 años, fue herido en el cuello por un disparo de bala antes de escapar de un rancho en el estado de Tamaulipas, donde las autoridades mexicanas encontraron el martes 72 cadáveres -58 hombres y 14 mujeres-.
Según el relato del superviviente, el grupo, compuesto por brasileños, salvadoreños, hondureños y ecuatorianos, se dirigía hacia la frontera con EE.UU. con intención de cruzarla cuando fueron interceptados por un grupo armado, presuntamente «Los Zetas».
El ecuatoriano, que pretendía ayudar a sus padres a saldar su deuda con los ‘coyotes’, se había comprometido a pagar, por su parte, 11.000 dólares a un traficante de personas.
La embajada de Ecuador en Washington confirmó que se encuentra «en contacto permanente» con la ecuatoriana secretaría Nacional del Migrante, con la embajada en México y con los consulados del país andino en el territorio estadounidense.
