Tegucigalpa – La embajada de Canadá en Tegucigalpa, ha invitado a la proyección del documental “Justicia para mi Hermana” de la cineasta Kimberly Bautista, el próximo miércoles 19 de noviembre a las 6:30 de la tarde en el Hotel Intercontinental, Tegucigalpa.
La embajada de Canadá organiza esta proyección para con el fin de despertar más atención a la situación de la seguridad para las mujeres en Centroamérica.
La proyección se hará en el marco de la celebración, el 25 de noviembre próximo, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, mientras que el 6 de diciembre se conmemora en Canadá el Día Nacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
El aclamado documental Justicia para mi hermana, premiado internacionalmente, da una mirada íntima a la violencia contra las mujeres en Guatemala y narra cronológicamente, la lucha de tres años que le tomó a Rebeca llevar a la cárcel al asesino de su hermana.
El documental ha sido la pieza central de una campaña transnacional que promueve las relaciones saludables y que busca que las personas denuncien la violencia de género y el feminicidio.
El colectivo Justicia para mi Hermana, es una organización feminista, que cree en la equidad de género, en pro de los derechos de los inmigrantes y lucha que por el derecho de las mujeres para obtener justicia. Como el teatro, la Música, el dibujo, fotografía e Historias.
El documental Justicia para mi Hermana, es narrado por la actriz Kate del Castillo.
Guatemala, Honduras y El Salvador se conocen como el triángulo de la muerte. Cinco mil 828 asesinatos se han cometido en Guatemala desde el 2000 hasta el 2010. Todas estas muertes han sido de mujeres, todas víctimas de violencia doméstica. Apenas en un dos por ciento de los casos se ha hecho justicia.
Con estos espeluznantes datos empieza el documental Justicia para mi Hermana, de la norteamericana, de padre colombiano, Kimberly Bautista. Una familia pobre, paupérrima, dos generaciones de madres solteras: la madre, tres hijas, una de ellas ha sido asesinada y ocho niños de entre dos y 10 años.
En la localidad de Escuintla (un departamento de Guatemala, situado en el centro-sur, y la tercera ciudad más grande e importante del país, con una población aproximada de 162 mil habitantes, en un diminuto espacio oscuro, con paredes improvisadas de madera y zinc, en medio de una pobreza que sobrecoge, viven estas 11 personas, con el dolor y el recuerdo de la que ya no está.
Rebeca, hermana de la muerta, y quien ahora vela por sus tres sobrinos huérfanos, recorre comisarías, juzgados, ONG y demás instancias a fin de lograr que se condene al asesino, lo único que persigue es una sentencia justa.
La violencia es el pan de cada día, las mujeres viven atemorizadas y el silencio es su cómplice, pero gracias a la tenacidad de esta mujer los trámites continuarán y a pesar de todas las dificultades, de la indiferencia burocrática y de la falta de recursos logrará su objetivo.
Al final del documental aparecen los créditos, los merecidos premios que ha obtenido y una impactante nota, su realizadora, Kimberly Bautista, fue violada y sus equipos fueron robados.
Actualmente ella tiene 29 años y la valentía suficiente para mostrar al mundo su trabajo, contar su historia y así denunciar la terrible miseria y soledad en la que viven las mujeres que son víctimas de la violencia.
Un trabajo impecable realizado por una persona cuya sensibilidad sale por sus poros, está en su voz, en su dulzura, y en su aparente fragilidad. Bajo el mismo nombre del documental, Kimberly ha organizado, paralelamente, un colectivo de personas que luchan contra la violencia.