Guatemala – El vicepresidente de Guatemala, Guillermo Castillo, pidió este viernes al presidente, Alejandro Giammattei, que renuncien ambos con el fin de poder «oxigenar» a la nación centroamericana porque «las cosas en el país no están bien».
Castillo dijo que en caso de que acepte Giammattei deberán ser «nuevas personas las que vengan a tomar las decisiones más importantes», con el apoyo de la iglesia católica y la evangélica, para presentar al Congreso a un grupo de notables que podría ocupar los lugares que quedarían vacantes, de acuerdo con la propuesta del vicepresidente menos de un año después de asumir el poder.
La declaración de Castillo en rueda de prensa se desató luego de una oleada de protestas en redes sociales en contra de la aprobación del presupuesto de ingresos y egresos del Estado 2021 avalado por Giammattei y criticado por sumar endeudamiento y por haber sido aprobado de forma opaca y sin discusión en el Congreso durante la madrugada del pasado miércoles.
«Quiero dejar muy claro el planteamiento: por el bien del país que presentemos ambos nuestra renuncia al cargo, que lo hagamos juntos para descartar esas ideas sediciosas que se dicen que se tienen o que se piensen que yo le quiero dar golpe para quedarme en su puesto», subrayó Castillo.
Agregó que le gustaría «ser algún día presidente de este país, pero no sustituyendo a una persona que posiblemente ha hecho mal las cosas tal cual se han señalado».
Las propuetas del vicepresidente
Castillo dijo que le planteó al gobernante vetar (anular) el decreto del presupuesto 2021 aprobado, que suma 99,700 millones de quetzales (12,948 millones de dólares) y que significan 10,000 millones de quetzales (1,300 millones de dólares) más que el presupuesto inicial de 2020, el cual fue ampliado a medida que avanzaba la pandemia.
El funcionario también pidió que desintegre a la entidad Centro de Gobierno, creada por la administración anterior y utilizada por Giammattei para vigilar las actividades de cada uno de los 14 ministerios y que es dirigida por un joven ingeniero, Luis Miguel Martínez, descrito por analistas y fuentes del Ejecutivo como el funcionario más cercano al mandatario.
«Creo que es una estructura que le está generando costos extraordinarios (al Estado), y también abona muy poco», detalló Castillo.
Además, dijo que solicitó a Giammattei hacer una revisión de todos los funcionarios del Gobierno, que todos presenten su renuncia y confirmar solo a «quienes hicieron bien su trabajo»; además de tener mayor acercamiento con la sociedad.
Pero si esto no es viable, entonces consideró que lo mejor es presentarse los dos al Congreso «y presentar la renuncia en forma conjunta».
Rescate aún posible
El vicemandatario manifestó que aún pueden rescatar con el presidente las acciones de Gobierno «si juntos nos sentamos y resolvemos los problemas del país, de forma honesta, sin revanchismos y sin que cada quien esté tratando de dañar el otro».
Minutos antes de que Castillo planteara la propuesta de disolución del actual Gobierno, Giammattei había expresado en un mensaje en directo a la nación su intención de mantener vigente el presupuesto aprobado para el siguiente ejercicio fiscal.
Según Giammattei, el presupuesto de 2021 es menor si se tiene en cuenta que el de este año fue ampliado paulatinamente para atender la pandemia de la COVID-19 y creció hasta los 107,760 millones de quetzales (unos 13,850 millones de dólares).
El diputado opositor Samuel Pérez Álvarez, secretario general del Movimiento Semilla, afirmó que si bien Giammattei «trata de instalar una narrativa de que si veta el presupuesto significa quedarse con el actual (agrandado)», aún tiene hasta el 30 de noviembre para corregirlo.
Institucionalmente, esa pugna entre el gobernante y el vicepresidente «es un deterioro sin precedentes. Se ha visto al vicepresidente más cercano a escuchar a la población y al presidente siendo muy autoritario, tal cual como se le ha visto en sus campañas políticas de siempre».
Diversos grupos de la sociedadconvocaron dese el miércoles a una manifestación en la Plaza de la Constitución este sábado para mostrar su descontento a la aprobación opaca de un presupuesto que, según especialistas, «prioriza la asignación a infraestructuras, pero descuida a la población y sus necesidades». (ag)