San Salvador – El Salvador recordó hoy 19 años de la firma de los acuerdos de paz que terminaron con 12 años de guerra civil entre el Ejército y la antigua guerrilla del FMLN, con el reto de proteger su democracia y silenciar ahora las armas que causan al menos 10 muertes diarias en hechos atribuidos a la violencia social.
«Lamentablemente no tenemos todavía una paz estable, firme, duradera, bien afincada, pero enhorabuena estamos en un buen momento para ir hacia allá», declaró hoy el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, quien, sin embargo, calificó de «bendición de Dios» la firma de los acuerdos que facilitaron la pacificación.
«Este es un proceso en el que 19 años no han bastado, (…) o no han sido suficientes, lamentablemente. La generación que tenemos de jóvenes no conocieron la guerra y tienen derecho a vivir en paz, han nacido en otro ambiente», aseguró Escobar Alas.
El 16 de enero de 1992 el castillo de Chapultepec, México, fue escenario de la rúbrica de los acuerdos entre el entonces presidente Alfredo Cristiani y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora convertida en el Partido en el poder.
Los acuerdos, negociados con la intervención de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pusieron fin al conflicto armado salvadoreño, que dejó 75.000 muertos -la mayoría civiles-, 8.000 desaparecidos y 12.000 lisiados.
A juicio del ex presidente Armando Calderón Sol (1994-1999), los acuerdos de paz tienen el «enorme mérito» de haber permitido refundar el país y abrir los espacios para la democracia.
«Los salvadoreños pasamos a una nueva etapa sin esa posición de vencedores y vencidos. El gran triunfador solo hubo uno, que fue el pueblo salvadoreño», afirmó el ex mandatario a Efe.
Pese a admitir que existen «muchas deficiencias todavía» y «problemas profundos económicos», destacó que El Salvador es «distinto» y «mejor que en el pasado».
Calderón Sol indicó que la violencia que se registra actualmente es de corte social y es un «lastre de la guerra», pero estimó que puede ser superada con la unidad nacional.
En el mismo sentido se pronunció la legisladora Ana Guadalupe Martínez, del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y quien integró el FMLN.
Martínez señaló a Efe que aunque el país enfrenta «nuevos retos» como la delincuencia, las pandillas y la falta de crecimiento económico, esos «problemas hoy se pueden resolver de una manera pacífica».
«La mejor respuesta para los que no creen que los acuerdos sirvieron de algo es que ahora gobierna un presidente que viene de las filas de izquierda y que en el Gobierno está el FMLN, que fue el grupo guerrillero que se desarmó producto de esos acuerdos», apuntó, al aludir al triunfo electoral del actual mandatario, Mauricio Funes.
A su vez, Funes señaló en un anuncio publicado en la prensa que en esta fecha se conmemora «el espíritu de lo que constituyó el mayor contrato social» de la historia moderna del país e indicó que su Gobierno busca «terminar la confrontación, la lucha política entendida como una guerra y el antagonismo entre hermanas y hermanos».
Para el vicepresidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, tras la firma de los acuerdos el FMLN «se transformó en ese partido político que ha hecho historia en este país» y que avanzó hasta llegar a la Presidencia de la República.
Resaltó, además, al intervenir en un acto organizado por ese partido para conmemorar esta fecha, que la Fuerza Armada «ahora es garante» de la soberanía nacional y obediente a la Constitución.
Por su parte, Salvador Samayoa, quien fue comandante del FMLN, aseguró a Efe que aunque la democracia salvadoreña tiene bases más sólidas ahora, el país no está «vacunado» para decir que ya nunca más va a tener retrocesos.
«La democracia hay que cuidarla», opinó.
«Este es un proceso en el que 19 años no han bastado, (…) o no han sido suficientes, lamentablemente. La generación que tenemos de jóvenes no conocieron la guerra y tienen derecho a vivir en paz, han nacido en otro ambiente», aseguró Escobar Alas.
El 16 de enero de 1992 el castillo de Chapultepec, México, fue escenario de la rúbrica de los acuerdos entre el entonces presidente Alfredo Cristiani y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora convertida en el Partido en el poder.
Los acuerdos, negociados con la intervención de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pusieron fin al conflicto armado salvadoreño, que dejó 75.000 muertos -la mayoría civiles-, 8.000 desaparecidos y 12.000 lisiados.
A juicio del ex presidente Armando Calderón Sol (1994-1999), los acuerdos de paz tienen el «enorme mérito» de haber permitido refundar el país y abrir los espacios para la democracia.
«Los salvadoreños pasamos a una nueva etapa sin esa posición de vencedores y vencidos. El gran triunfador solo hubo uno, que fue el pueblo salvadoreño», afirmó el ex mandatario a Efe.
Pese a admitir que existen «muchas deficiencias todavía» y «problemas profundos económicos», destacó que El Salvador es «distinto» y «mejor que en el pasado».
Calderón Sol indicó que la violencia que se registra actualmente es de corte social y es un «lastre de la guerra», pero estimó que puede ser superada con la unidad nacional.
En el mismo sentido se pronunció la legisladora Ana Guadalupe Martínez, del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y quien integró el FMLN.
Martínez señaló a Efe que aunque el país enfrenta «nuevos retos» como la delincuencia, las pandillas y la falta de crecimiento económico, esos «problemas hoy se pueden resolver de una manera pacífica».
«La mejor respuesta para los que no creen que los acuerdos sirvieron de algo es que ahora gobierna un presidente que viene de las filas de izquierda y que en el Gobierno está el FMLN, que fue el grupo guerrillero que se desarmó producto de esos acuerdos», apuntó, al aludir al triunfo electoral del actual mandatario, Mauricio Funes.
A su vez, Funes señaló en un anuncio publicado en la prensa que en esta fecha se conmemora «el espíritu de lo que constituyó el mayor contrato social» de la historia moderna del país e indicó que su Gobierno busca «terminar la confrontación, la lucha política entendida como una guerra y el antagonismo entre hermanas y hermanos».
Para el vicepresidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, tras la firma de los acuerdos el FMLN «se transformó en ese partido político que ha hecho historia en este país» y que avanzó hasta llegar a la Presidencia de la República.
Resaltó, además, al intervenir en un acto organizado por ese partido para conmemorar esta fecha, que la Fuerza Armada «ahora es garante» de la soberanía nacional y obediente a la Constitución.
Por su parte, Salvador Samayoa, quien fue comandante del FMLN, aseguró a Efe que aunque la democracia salvadoreña tiene bases más sólidas ahora, el país no está «vacunado» para decir que ya nunca más va a tener retrocesos.
«La democracia hay que cuidarla», opinó.
