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El Salvador busca fórmulas para contrarrestar la violencia de las pandillas

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San Salvador- El Salvador sigue buscando «la fórmula» para combatir la ola de violencia, que desangra el país y cuya principal fuente son las pandillas, y que en los últimos ocho años ha ocasionado la muerte de más de 32.000 salvadoreños, según datos oficiales.
 

Los gobiernos «han intentado con varias fórmulas» contrarrestar la violencia y no han obtenido ningún resultado positivo, por lo que necesitan una nueva, dijo el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez.

Según el obispo, en «los últimos 15 años (…) la fórmula ha sido básicamente basada en el ingrediente represivo», que lo único que ha provocado es más angustia en la población porque más bien estimuló el auge delictivo, ante el cual han surgido iniciativas estos días.

Sólo entre 2005 y 2013, al menos 32.197 salvadoreños fueron asesinados en diferentes hechos de violencia en el país, según estadísticas de la Policía (2005-2011) y del Instituto de Medicina Legal (2012-2013).

Los últimos dos gobiernos del ahora partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), presididos por Francisco Flores (1999-2004) y Elías Antonio Saca (2004-2009), lanzaron el «Plan Mano Dura» y «Súper Mano Dura», respectivamente, contra las pandillas, principales grupos delictivos del país, sin lograr mayores resultados.

Luego, en 2012, el actual Gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) actuó como «facilitador» de una cuestionada «tregua» entre pandillas, que sólo durante su primer año logró una disminución de los homicidios de alrededor de 14 a 5,3 diarios, según datos oficiales.

Sin embargo, en los últimos días los asesinatos han subido a casi 10 en promedio, al tiempo que el Gobierno tomaba distancia de dicho pacto de no agresión entre pandillas e intensificaba su trabajo contra dichos grupos.

Las pandillas han reaccionado con ataques armados a policías y militares, según ha reconocido el ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo.

Del 1 de enero al 15 de abril pasados, se han registrado al menos 60 ataques contra policías, 21 más que los 39 del mismo período del año pasado, de acuerdo a la Policía salvadoreña.

El armisticio entre las pandillas desde su inicio fue muy cuestionado por diferentes sectores de la sociedad debido a su poca transparencia, por lo que la mayoría vaticinó su fracaso.

Hoy el tiempo les ha dado la razón, pues el promedio diario de homicidios se ha incrementado a 9,9, según el director del Instituto de Medicinal Legal, José Miguel Fortín, quien asegura que ese pacto «nunca funcionó», en lo que coinciden otros sectores.

Además, Perdomo ha reconocido que las pandillas han logrado penetrar algunas instituciones del Estado y que algunos de sus miembros están recibiendo entrenamiento militar.

El Salvador está en «un momento bien crítico (…); toda la gente está angustiada y con toda razón, necesitan respuestas» ante la violencia, destacó Rosa Chávez.

«Las respuestas represivas ya vimos nosotros que no funcionan; busquemos otra, en la que todos podamos ser en cierto modo autores, protagonistas, comenzando por la familia», agregó.

Rosa Chávez forma parte de una comisión de iglesias y otros sectores que el miércoles pasado inició una nueva etapa de un diálogo que busca definir una «hoja de ruta» para alcanzar la pacificación del país.

Perdomo explicó que el nuevo intento «no es una negociación entre la sociedad y las pandillas», sino que «simplemente es un diálogo entre todos los sectores de la sociedad que se van a comprometer a resolver los problemas del país» en materia de seguridad.

Sin embargo, aclaró que no esperan «resultados de cortísimo plazo», pero que las autoridades seguirán haciendo su trabajo, con sus «planes de represión, prevención y reinserción» de delincuentes.

Aparte del nuevo intento respaldado por el Gobierno, ha surgido otro, en el que participa uno de los mediadores de la «tregua» entre pandillas, el obispo castrense Fabio Colindres, junto a representantes de otras iglesias.

Este grupo llamó al nuevo Gobierno del FMLN, que asumirá el 1 junio, a establecer «un mecanismo formal de diálogo con las pandillas» para alcanzar la paz en el país, lo que sería como un «relanzamiento de la estrategia de pacificación» de la «tregua», según precisó en un comunicado.
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