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El presidente catalán no logra el respaldo en las urnas a su plan soberanista

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Barcelona/Madrid,.- Los nacionalistas de centroderecha del presidente regional Artur Mas han ganado las elecciones autonómicas celebradas hoy en Cataluña, pero lejos de «la mayoría excepcional» que buscaban como aval a su plan soberanista, que incluía una consulta sobre la relación con España.
 

Convergencia i Unió (CiU), la coalición que lidera Mas, perdió doce diputados al obtener 50 escaños frente a los 62 de los últimos comicios de 2010.

Como segunda fuerza se sitúan los independentistas de ERC, con 21 diputados (tenían 10), que desplazan de esa posición al Partido Socialista, que perdió ocho escaños y se queda con 20 diputados, seguido de cerca por el Partido Popular (PP), que gobierna en España, que subió un escaño, 19.

Artur Mas reconoció que quedó lejos de la «mayoría excepcional» que había pedido al convocar los comicios y que, aunque son la fuerza más votada necesitará el apoyo de otros partidos para gobernar.

«Cualquier opción de gobierno pasa por CiU, pero también es cierto que no podemos hacernos responsables únicos de la gobernabilidad del país», señaló Mas en su primera comparecencia tras conocerse los resultados de los comicios, en la que pidió a otras fuerzas «responsabilidad» y abrir «un periodo de reflexión».

Admitió que con el resultado obtenido no tiene la «fuerza necesaria» para liderar el «proceso» que pretendía abrir, en alusión a la celebración de una consulta soberanista, que, no obstante, aseguró «sigue adelante».

Valoró también como positivo que los comicios han permitido saber «dónde estábamos como país en esta nueva etapa».

El presidente regional y líder nacionalista adelantó dos años las elecciones después de que el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, rechazara el pasado septiembre su propuesta de dar a Cataluña un trato fiscal especial, diferenciado de las otras comunidades autónomas españolas.

Mas, que se vio obligado a acometer drásticos recortes en áreas sociales como la Sanidad y Educación para reducir el déficit, considera que Cataluña aporta al Estado español mucho más de lo que recibe, por lo que reclama ese trato fiscal especial que le permita recaudar tributos directamente.

Cataluña, de 7,5 millones de habitantes, es una de las regiones más ricas de España, pero también está muy golpeada por la crisis con un fuerte endeudamiento que le ha obligado a pedir ayuda al Estado español al tener cerrada la financiación en los mercados.

Al mismo tiempo que el adelanto electoral, Mas anunció el inicio de un proceso para que los catalanes pudieran decidir en un referéndum el estatus futuro de Cataluña con respecto a España y pidió para ello una «mayoría excepcional».

Por ello, hoy la «número dos» del gobernante Partido Popular (PP), María Dolores de Cospedal, destacó en su valoración de los resultados, en Madrid, que Artur Mas convirtió las elecciones autonómicas en «una suerte de plebiscito» a su apuesta soberanista y ha fracasado al no lograr la mayoría absoluta que buscaba.

El secretario de Organización del Partido Socialista español (PSOE), la principal fuerza de la oposición en España, Óscar López, destacó que Mas había pedido «una mayoría excepcional y ha sufrido un castigo excepcional».

Las elecciones, con una participación récord en Cataluña al rozar el 70 por ciento, frente al 58,78 % de los anteriores comicios, convirtieron a los republicanos independentistas de ERC en la segunda fuerza regional, con 21 escaños, seguidos del Partido Socialista (20 escaños), que tradicionalmente ha sido la segunda fuerza más votada en Cataluña.

Las urnas certificaron el crecimiento de la coalición de izquierda ICV-EUiA, que pasa de diez a trece diputados, y dieron un fuerte impulso al partido Ciutadans, que triplica su presencia al subir de 3 a 9 escaños, liderado por un joven dirigente, Albert Rivera, que defiende la vinculación catalana y española.

Un nuevo partido de izquierda e independentista irrumpe en el parlamento regional, Unitat Popular, con tres diputados.

En total siete formaciones políticas componen el arco parlamentario de Cataluña, con 135 escaños y una mayoría establecida en 68.

Artur Mas dejó claro su intención de gobernar, pero pidió a otras fuerzas políticas, sin especificar, que le arropen en esa tarea.

«No podemos ser responsables únicos de la gobernabilidad del país», admitió.

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