San Salvador – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cumple este domingo el primer año de su segundo mandato consecutivo, tras reelegirse en febrero de 2024 a pesar que la Constitución lo prohíbe, con lo que suma seis años al frente del Ejecutivo con la economía aún como su mayor reto y aferrado a un régimen de excepción para sostener su popularidad.
Bukele, que llegó al Ejecutivo en 2019 y en 2024 -año en que cumplía el período de gobierno establecido de cinco años- fue en contra de la Constitución al buscar y lograr la reelección.
En este nuevo período, que concluye en 2029, el principal reto para el mandatario sigue siendo mejorar la economía del país y de los ciudadanos.
Se tiene previsto que Bukele brinde el domingo, desde la sede de la Asamblea Legislativa en San Salvador, un mensaje a la nación, sin que se conozca los temas a abordar o si hará algún anuncio.
«Sanar la economía»
Bukele prometió el 1 de junio de 2024, durante su discurso de investidura para su segundo mandato, «sanar» la economía tras curar al país del «cáncer» de la violencia, generada principalmente por los grupos de pandillas.
De acuerdo con diversas encuestas, el presidente salvadoreño llegó al final de su primer mandato (2019-2024) con un reclamo de la sociedad por solventar los problemas económicos, preocupación que ha desplazado al tema de la seguridad.
Bajo su administración, la nación centroamericana se ha mantenido a la cola del crecimiento económico en Centroamérica y es altamente dependiente de las remesas familiares, que anualmente inyectan más de 8.000 millones de dólares.
Además, de acuerdo con datos oficiales, el porcentaje de pobreza general pasó de un 22,8 % a un 27,2 % de los hogares.
Para «paliar» la situación económica el Gobierno de Bukele ha propuesto algunas medidas consideradas por diversos analistas como «paliativas», más no políticas de mediano y largo plazo.
El mandatario anunció en abril pasado un aumento al salario mínimo de un 12 %, con lo que el sueldo pasará de 365 dólares a 408 dólares para el sector de industria, comercio y servicios, mientras la canasta básica de alimentos se acerca a los 300 dólares mensuales.
El Salvador alcanzó un acuerdo económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y también ha suscritos créditos con otras entidades financieras internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La deuda pública de El Salvador en 2024, de acuerdo con cifras oficiales, alcanzó los 32.107,13 millones de dólares, un 8,4 % superior a los 29.596,04 millones reportados en 2023.
Régimen de excepción para sostener popularidad
Bukele logró su reelección aferrado a un régimen de excepción -medida implementada por su Gobierno contra las pandillas- que elevó su popularidad por «erradicar» el accionar de las pandillas y reducir los índices de violencia que mantuvieron a El Salvador como uno de los más peligrosos del mundo.
No obstante, esta polémica medida -que se ha convertido en la principal y única para sostener la reducción de la violencia- ha sido señalada de violentar derechos humanos y bajo la cual se han ejecutado cientos de detenciones arbitrarias, según diversas organizaciones.
El régimen de excepción ha sido prorrogado en 39 ocasiones por períodos de 30 días por la Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI).
Bajo este régimen se reportan más de 400 muertes de personas detenidas bajo custodia de agentes de Seguridad del Estado y más de 6.000 denuncias de violaciones a los derechos humanos.
El abogado Alejandro Díaz dijo en declaraciones a EFE que el régimen de excepción ha sido la «punta de lanza» del Gobierno, pero «hay que tener claro que popularidad es diferente a conocimiento».
«El conocer al país como una cárcel mundial o conocerlo que está bajo hechos que están quedando impunes eso ya no genera popularidad», añadió.
Un 85 % de la población aprueba la gestión de Bukele, según la Presidencia salvadoreña que retoma los resultados de una encuesta de la consultora CID Gallup publicada el miércoles.
Sin embargo, aunque el mandatario se mantiene como una de las figuras políticas más populares de la región, el respaldo ha caído ligeramente en comparación con 2024, cuando alcanzaba el 89 %.
Además, 9 de cada 10 salvadoreños aprueba el régimen de excepción que tras tres años de implementación deja más de 86.000 capturas de supuestos miembros de pandillas y supuestas personas ligadas a estas bandas. JS