Tegucigalpa – Yulan Adonay Archaga Carías (El Porkys), por el que Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares (125 millones de lempiras), mientras que Honduras ofrece por su captura, 3.5 millones de lempiras, es un fugitivo de prioridad para la nación del norte, no así para este país centroamericano.
– Un agente o civil que informe o capture a El Porky se hará acreedor de una fortuna de 128 millones de lempiras.
– Sobre la supuesta captura no confirmada en Colombia, el jefe policial Juan Manuel Aguilar expresó que “puede existir cierto miedo de darlo a Honduras a Alexander Mendoza porque hay una orden de captura internacional entonces se lo pueden dar perfectamente a EEUU”.
Esta semana el jefe de la pandilla MS-13 volvió a ser noticia luego que las autoridades norteamericanas recordaran la millonaria recompensa para quien informe sobre su paradero. Igualmente, en Honduras varias contradicciones surgieron en funcionarios de seguridad vertiendo apuntes sobre el forajido.
En ese contexto, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, reprochó que hasta ahora se elevó a 3.5 millones de lempiras la recompensa por este líder de la Mara MS-13.
Ni siquiera un millón por cada funcionario policial que falleció durante su fuga en el 2020, recriminó la funcionaria.

Expuso que se está elevando en Honduras la recompensa por este fugitivo, que figura en la lista de los 10 más buscados, solo por el comparativo que se hace por parte de la población con el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velázquez por quien también se ofrece 3.5 millones de lempiras.
¿Por qué no se hizo hace cuatro años atrás, se hace ahora por el comparativo que la población hace con el general?, preguntó Villanueva.
En una declaración oficial, el jefe de la Policía, Juan Manuel Aguilar, señaló que ante denuncias de la viceministra Villanueva que El Porkys estaba en Guatemala se desplazó un contingente de seguridad para coordinar acciones con efectivos de ese país, pero la información no fue concreta.
El jefe policial señaló en declaraciones públicas que luego de recibir la denuncia de Villanueva “yo moví todo el personal para irlo a capturar en las zonas donde ella me dijo, lastimosamente no estaba allí. Primero, cerca de Guatemala, lo vine siguiendo desde Guatemala hasta una montaña de Santa Bárbara, después a una montaña que queda cerca de la cárcel de Ilama y estuvimos entre tres y cuatro días buscándolo, pero fue negativo”.
Sin embargo, un comunicado de la Policía desdice las declaraciones de su jerarca Aguilar. “Es absolutamente falso que esta administración y su directorio estratégico haya recibido información alguna, formal o informal sobre la ubicación de Yulan Andony Archaga Carías, alias El Porkys, ya sea en territorio nacional o extranjero, y mucho menos en Guatemala. Ningún reporte oficial ha sido remitido a los altos mandos de esta institución respecto a ese particular”, cita la nota oficial.

El general, prioridad para Honduras antes que El Porky
De su parte, el criminólogo hondureño, Germán Licona, dijo a Proceso Digital que el gobierno de Honduras, a través de sus dependencias de Seguridad, le apuesta primero a capturar al general Romeo Vásquez que al líder de la Mara MS-13.
Subieron el precio de la recompensa, pero lo “hacen para taparle el ojo al macho”, analizó.
En ese contexto, afirmó que es una prioridad para el actual gobierno capturar al general en condición de retiro Vásquez que al fugitivo por el cual el gobierno estadounidense ofrece 125 millones de lempiras.
En ese sentido, concluyó que la captura del Porkys es una prioridad para el gobierno de Estados Unidos, no así para Honduras.
Temido Porkys
Yulan Adonay Archaga Carías, conocido como “El Porky” o Alexander Mendoza, es un fugitivo hondureño y presunto líder de la Mara Salvatrucha (MS-13) en Honduras, considerado uno de los criminales más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Administración para el Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU.
En 2015, fue arrestado y condenado en 2018 a 20 años de prisión por lavado de dinero y asociación ilícita. Sin embargo, el 13 de febrero de 2020, escapó durante una audiencia judicial en El Progreso, Honduras.
Este fugitivo es señalado como una figura clave en el crimen organizado, aliado de cárteles de droga y con influencia en negocios ilícitos como extorsión y lavado de dinero a través de empresas fachada.
Su captura puede representar para un agente o un civil una fortuna de 128 millones de lempiras, por lo que es una prioridad en primera instancia para el gobierno estadounidense y en un segundo plano para el gobierno hondureño.

Guatemala o Colombia, posibles paraderos
Cinco años después de su fuga, su paradero es desconocido, pero según reportes de prensa y de investigación han señalado a Guatemala y Colombia como posibles paraderos del criminal hondureño.
Sin embargo, las autoridades hondureñas no han logrado confirmar por ninguna vía su ubicación.
Cabe recordar que en 2023, se reportó que autoridades hondureñas tuvieron información sobre su posible ubicación en Guatemala, pero no se concretó su captura.
Mientras que en el 2025 la prensa reportó la presunta captura de Archaga Carías en la isla de San Andrés, Colombia. Semanas después las autoridades hondureñas desvirtuaron la información.
Para algunos analistas, este fugitivo se encuentra operando desde Centroamérica y continúa ejerciendo una posición de liderazgo en el crimen organizado en Honduras.

EEUU y Honduras ofrecen “pequeñas fortunas”
Esta semana el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, informó que el gobierno de Estados Unidos reactivó la recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve a la captura de El Porkys.
Agregó que esta es una estrategia común de los gobiernos en el mundo, a través de sus departamentos de policía, para dar con el paradero de algunas personas prófugas de la ley.
Entre tanto, el gobierno hondureño hizo lo propio días atrás al elevar a 3.5 millones la recompensa por información o la captura del fugitivo.
Los anteriores valores han sido catalogados por expertos como pequeñas fortunas de los gobiernos para los ciudadanos o agentes que ayuden a concretar la captura del criminal. (PD)