Conocer a los gorilas de Congo, rememorar la lucha de las sufragistas británicas, o simplemente redescubrir el silencio. Todo ello a través de la empatía que genera ser testigo de un hecho gracias a las realidades inmersivas, una tecnología que ya es presente y marcará el futuro.
La realidad virtual, aumentada o mixta sumerge al espectador en un escenario virtual con el que puede interactuar o simplemente observar en 360 grados, gracias a unas gafas especiales y un sistema de sonido.
El XRFest de realidades inmersivas, organizado por Fundación Telefónica y Britsh Council, presenta desde hoy martes y hasta el sábado lo último en estas tecnologías para saber «de qué está hecho el futuro», según su eslogan.
Y para conocer ese futuro se pueden probar una docena de experiencias inmersivas, participar en talleres y encuentros con expertos como Catherine Allen, creadora de Limina Immersive y ganadora de un Bafta; Ian Forrester, de la BBC o Robin McNicholas, fundador y director del estudio Marshmallow Laser Feast.
La realidad virtual tiene «dos superpoderes: Uno es poder viajar en el tiempo y el espacio y el otro es la empatía, porque no es lo mismo ver una foto de la playa de Lesbos que estar allí, ver el mar y la llegada de los inmigrantes», dice la responsable del Espacio de Realidad Extendida de Fundación Telefónica, Elena González.
Y es que cuando el usuario se encuentra inmerso en un contexto, cuando forma parte de él, «empatiza mucho más con el tema que nos presenta», según el director de Artes del British Council, Ludovic Assémat.
Por eso, los contendidos de las realidades inmersivas van más allá de los videojuegos, hay mucha denuncia social, mucho documental, arte y temática educativa, agregó González.
El XRFest permite desde un viaje inmersivo para conocer los gorilas en Congo, a que el usuario use su voz para romper las barreras que afrontaron las sufragistas para lograr el voto hace un siglo en Reino Unido o concienciarse sobre las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol.
También hay experiencias de narrativa reactiva, como la de la española Estudio Future con Summer Camp, donde el usuario puede interactuar con los personajes de un juego, o la que busca recuperar el valor del silencio, entendido como la ausencia de ruidos humanos, gracias a las grabaciones del ecologista acústico Gordon Hempton.
Creando nuevas narrativas
El objetivo de XRFest es dar a conocer esta tecnología que «puede ayudarnos a crear nuevas narrativas y discursos que favorezcan la cultura digital», señaló González, quien recordó que las realidades inmersivas tienen ya aplicaciones concretas en ámbitos como la salud, la educación o el turismo.
Es un sector muy nuevo, «si hace diez años nos hubieran hablado de ella nos habría parecido ciencia ficción -recuerda Assémat-, pero hoy en día es una realidad que va cada vez más rápido» y que seguirá su desarrollo con la llegada del 5G.
Reino Unido es el primer mercado de Europa en este sector, en el que lleva casi una década «trabajando muy fuerte» con la implicación no solo de empresas sino también de instituciones como la British Academy, la Tate Gallery o el grupo BBC para buscar la forma de transmitir sus contenidos de una forma nueva, explica Assémat a Efe.
El XRFest no solo quiere acercar al público estas tecnologías, sino «darle herramientas para ser más crítico, para que tenga más criterio, que entienda cómo funcionan para estar mejor preparado de cara al futuro».
Y es que, si «estamos trabajando dentro de una industria que vive sobre la empatía, no podemos ser ajenos a que estamos rodeados de ‘fake news’, a que se están perfeccionando cada vez más los ‘deepfakes’ (vídeos falsos)». El futuro -dice- puede ser «esperanzador o terrorífico, pero lo peor que podría pasar es no estar preparados». EFE