spot_img

El peligroso paso de la selva del Darién para migrantes venezolanos, colombianos, ecuatorianos y hasta chinos

Por:

Compartir esta noticia:

Por Alberto García Marrder. Especial para Proceso Digital (2/3)

El comienzo del año 2024 ha dibujado un nuevo mapa de la emigración hacia EEUU en América: mayor presencia de la extrarregional y menos de la mexicana y del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).

Me refiero a la de los cubanos (vía Managua), chinos (vía Ecuador) y la de los venezolanos, colombianos y ecuatorianos (vía el peligroso paso de la selva del Darién, entre Colombia y Panamá), donde se interrumpe la Carretera Panamericana.

El mapa de Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia. Y la zona del Darién, entre estos dos últimos países.- (Mapa Microsoft- Global GNL).

Me voy a concentrar en los chinos.  Es un grupo de cinco que he contactado y que me van a ir contando sus experiencias en su ruta hacia el Darién desde Quito. Todos son de la región autónoma de Hui- Ningxia. No hablan español y mis preguntas en inglés las traducen en sus celulares al mandarín y viceversa.

Mi primera pregunta es porque quieren pasar por el Darién  cuando hay vuelos directos desde Quito a Panamá.

Su respuesta:  “Ni pensarlo…no queremos perder la aventura del Darién, sabemos lo que nos espera”.

–«Pues suerte la necesitarán”.

Los cinco, todos jóvenes con mochilas, tienen una amplia educación y mucho dinero encima, no menos de 20,000 dólares cada uno. Se van de China porque no aguantan la represión en su país y las violaciones a los derechos humanos y creen que en Estados Unidos tendrán mejores oportunidades.

En la estación de buses de Quito, compran botellas de agua, sodas y leche. Y algo de comida.  El precio del bus hacia la población fronteriza con Colombia , Tulcán,en el norte de Ecuador, es de 7.25 dólares por cada uno y tardaran más de cuatro horas.

En Tulcán, toma otro bus hacia la parte colombiana más cercana al inicio del Darién y empiezan a sentir la humedad de la próxima selva. Y entran al territorio que controlan los paramilitares del Cártel del Golfo que extorsiona a los migrantes con “impuestos de protección” y que son más peligrosos que las serpientes y leopardos de la selva, donde no hay carreteras.

Migrantes cruzan ríos y montañas en el «Tapón del Darién.». (Foto «Médicos Sin Fronteras»).

El paso de los migrantes por “El Tapón del Darién” es un gran negocio para los indígenas de la región , las pandillas locales, los “coyotes”, los “lancheros”, guías turísticos y , por supuesto para los recaudadores de los “impuestos” del “Cártel del Golfo”. 

Tanto que hay una oficina de “Western Union” para los que se queden sin dólares. Y son muchos, especialmente madres venezolanas con niños.

Cruzar a pie el Darién puede significar de unos cinco a siete días de sacrificio humano a través de una selva impenetrable. ·”This is hell” (“Esto es un infierno”) me dice en ingles mi contacto chino, un lamento que se  repite mucho entre los que se atreven a cruzar entre el noroeste de Colombia y hasta el sureste de Panamá, por unos cien kilómetros de lluvia, humedad, montañas,   insectos y animales salvajes.

Pero lo peor son las salvajadas de pandillas locales que van pidiendo sobornos e “impuestos” por el paso de los migrantes por sus territorios o de autoridades regionales por sus servicios.

Los gobiernos de Colombia y Panamá saben de sobras lo que pasa el “Tapón del Darién”, pero hacen la vista gorda o hacen declaraciones bien intencionadas, pero poco efectivas, para poner fin a los abusos locales.

Hay dos opciones para esquivar el paso del Darién, pero costosas.

1-  Embarcarse en una lancha, al precio de 500 dólares por persona, y desembarcar en un puerto panameño.

2- Tomar una avioneta en una ciudad colombiana a las Islas de San Andrés en pleno Caribe y  luego una lancha a un puerto caribeño de Nicaragua, en un trayecto muy arriesgado y costoso.

A pie miles de migrantes en el Tapón del Darién . ( Foto CNN).

Si los exhaustos migrantes han superado la selva del Darién colombiano, las pandillas de narcotraficantes, los cobros salvajes, los abusos financieros, la malaria y el dengue, les queda aún la parte panameña, de iguales peligros y desafíos.

En el año pasado, el 2023, se registraron unas 140 muertes, en un diez por ciento niños. Y en el pasado mes de agosto, lograron pasar unos 82,000 migrantes, todo un número récord.

Y ya en Panamá, les faltan unas 4,440 millas (7,150 kilómetros para llegar a la frontera de México con Estados Unidos, donde le esperan otros problemas, casi insuperables.

Pero antes, tendrán que pasar, en buses y trenes, cinco países más:  Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México.

Migrantes venezolanos en su espera para poder cruzar el Darién. (Foto «The New York Times». Federico Ríos).

El sueño americano se hace cada vez más difícil y lejano. Pero todo mi respeto y admiración por los que lo intentan… cueste lo que cueste.

–Mañana: La tercera y última crónica de una serie de tres sobre la migración:  Los cubanos huyen de la crisis económica de su país y buscan el  «sueño americano” a través de Nicaragua (y no de Miami), en un lucrativo negocio para la dictadura de Daniel Ortega.

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img