spot_img

El Partido Liberal vive…para el equilibrio

Compatir:

Tegucigalpa. El centenario Partido Liberal de Honduras, víctima de las intrigas palaciegas y la fractura que le dejara la crisis de junio de 2009, logra—a un precio muy alto—sobrevivir a los comicios del pasado 24 de noviembre, al ubicarse en una tercera fuerza que paradójicamente le da el posicionamiento de ser la fuerza política del equilibrio en un parlamento multicolor con que contará Honduras a partir de 2014.
 

De ser el impulsor de importantes reformas en el país y cuna de ilustres pensadores, el Partido Liberal es víctima del propio desgaste interno en que caen aquellos institutos políticos que no se modernizan, no se democratizan y no se preparan para las grandes batallas. Pero ello no significa que el liberalismo esté muerto.

Los más optimistas sobre el futuro del gonfalón rojo blanco y rojo ven en la derrota una oportunidad para resurgir, al comparar esta caída con la que vivió en México el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que tras más de siete décadas en el poder, cayó y tuvo que esperar doce años para volver nuevamente al solio presidencial de la mano del actual presidente, Enrique Peña Nieto.

Para ello, el PRI se sometió a intensos trabajos de modernización y activismo político, renovación de cuadros y limpiar el estigma de corrupción que caracterizó su gestión ante un poder absoluto por décadas enteras.

No ha sido fácil la transición del PRI, pero Peña Nieto y los impulsores de ese partido “levantaron un muerto” como dicen los mexicanos, y hoy día están impulsando en México las más agresivas reformas que haya tenido ese país en años, aunque ello signifique confrontar a sus aliados tradicionales como los sindicatos y los maestros, que como el viejo PRI, se dedicaron a engordar sus arcas y sus intereses particulares.

El ejemplo del PRI

Los liberales, afirman los analistas, deben ver el ejemplo del nuevo PRI, para comenzar un trabajo intenso de reacomodos y salidas de escena de viejos caciques y caudillos que hicieron de ese partido su feudo particular. Ello por salud partidaria. Nuevos rostros, dar pasos a nuevos liderazgos y conectarse más con los principios doctrinarios que originaron el liberalismo, son algunas de las recomendaciones para este partido que aún no cree estar ya no en la primera ni la segunda fuerza política del país, sino en un tercer puesto y muy distante del primero.

Si el Partido Liberal no lee detenidamente el mensaje que dejaron estos comicios de 2009 podría tener un escenario nada favorable como es el de los liberales en Costa Rica, cada vez más insípidos y menos pujantes.

De esta suerte el Partido Liberal tiene ante sí tremendos desafíos que van desde cambios estructurales y profundos hasta definir cuál será el rol que jugará ahora en la oposición, donde el destino le ha colocado como una fuerza que puede jugar a los equilibrios en un congreso multicolor en donde por primera vez en la historia política de Honduras, la oposición es mayoría entre los congresistas.

Esa definición del tipo de oposición que jugará el liberalismo en el parlamento pasa por determinar hasta dónde ese partido podrá marginar a quienes se creen “dueños” de bancadas, a quienes sus críticos achacan una corresponsabilidad en la derrota del liberalismo.

Los intereses particulares primaron sobre los partidarios.

De hecho, los cabildeos para atraer el favor de la bancada del liberalismo en el nuevo parlamento comienzan a calentarse, según versiones de los diputados.


Los primeros coqueteos

La diputada liberal, Waldina Paz, dijo que gran parte de la bancada liberal se reunió para identificar las líneas de trabajo en el congreso y que algunos de sus compañeros comentaron que han empezado a recibir llamadas tanto del partido ganador, El Nacional, como de los otros opositores que conforman el Partido Anticorrupción (PAC) y Libertad y Refundación.

La lógica bipartidista indica que para los nacionalistas sería más favorable tejer alianzas con los liberales que con el PAC o Libre, pero en política todo es posible.

Algunos parlamentarios que salieron electos por el PAC incluso han propuesto que si toda la oposición parlamentaria se une, la presidencia del Congreso podría caer en los liberales por tener mayor experiencia, otros hablan de una junta directiva integrada por todos los partidos con el nacionalismo presidiendo, como sería la lógica política, pero no siempre la política es lógica.

La presión sobre el rol que deberán jugar los liberales en el congreso la hace precisamente el partido que lo dividió, es decir, Libertad y Refundación (Libre), un partido que hasta ahora mantiene un discurso dual porque no reconoce los resultados de los comicios, pero tampoco quiere quedarse fuera del juego de las grandes decisiones que se toman en el parlamento, ni en el poder.

Libre quiere que tanto PAC como Liberales sean opositores acérrimos al gobierno nacionalista de Juan Hernández, mientras ellos ven los toros desde las barreras, en público, pero en privado, tejerán sus propias alianzas con el poder, mismas que trasciende iniciaron hace una semana.

Las dos apuestas liberales

En el caso de los liberales, las autoridades y simpatizantes de Libre les piden ser “coherentes” con el pueblo, unir esfuerzos, aunque de acuerdo a Rassel Tomé se sienten más cómodos con el PAC.

Será un congreso multicolor que dará sorpresas y ahí, en medio de esa vorágine legislativa, el Partido Liberal decidirá en parte su suerte, entre ellas el rol de equilibrista que ahora les ha dado el electorado.

La otra parte, los liberales la tienen que hacer en los gobiernos locales, pues junto al nacionalismo demostraron que el bipartidismo sigue teniendo el control de las regiones del interior del país. Allí, en la base local, el bipartidismo no está muerto.

Para el estratega de los nacionalistas, Juan José Rendón, los liberales deberán cambiar muchas cosas, aunque no deja de percibir su asombro por considerar que su estrategia de no tocar en campaña a los liberales fracasó porque dejaron “que el Partido Liberal tuviera más oxígeno y que saliera más votado, aunque le suene insólito”, dijo en entrevista a un diario local.

Mientras, algunos observadores internacionales creen que el Partido Liberal tiene todo para resurgir, pues preveían que por la crisis de 2009, ese partido hubiera salido mucho más abajo en cuarto o quinto lugar, pero un tercer lugar con ocho puntos de distancia de Libre, no es malo para los liberales aseguran. De momento, ese partido vive…para el equilibrio.

spot_img
spot_img

Más noticias

spot_img
spot_imgspot_img