La muerte se pasea por el “narcozoológico” ante la desidia estatal

Tegucigalpa – El zoológico Joya Grande en Santa Cruz de Yojoa, 150 kilómetros al norte de Tegucigalpa, capital de Honduras, agoniza por el descuido estatal tras 11 años de administración del gobierno central.

El zoológico incautado en 2013 al grupo narcotraficante Los Cachiros en las montañas del norte de Honduras, ha logrado mantenerse a falta de ingresos suficientes y una buena gestión por parte de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).

Los capos hondureños siguieron la tradición del colombiano Pablo Escobar, quien a finales de los setenta abrió la Hacienda Nápoles, un espacio que convirtió en un refugio de animales exóticos en las selvas de Colombia.

Las jaulas con maltrechos barrotes de hierro y alambre y los precarios establos se abren paso entre jardines en Joya Grande, otrora destino frecuentado por centenares de personas que apreciaban la extraña fauna en este país centroamericano.

El parque zoológico se extiende por una explanada de 12 hectáreas de pastizales y una laguna, situada entre 220 hectáreas de colinas con una variedad de 184 plantas. En un momento el zoo llegó a tener más de 500 animales, hoy esa cifra es muy inferior. Los animales se han ido muriendo y no han podido renovarse con nuevas crías.

El zoológico Joya Grande se debate entre la calamidad y la indiferencia estatal.

Es importante mencionar que de 2010 a 2017 el lugar era un encanto y sitio obligado a visitar por estudiantes y todo tipo de personas que llegaban a disfrutar de la fauna y los parajes que ofrecía Joya Grande. La fundación Arca de Noé se hizo cargo de administrar el lugar, pero con el paso de los años no soportó la presión económica por el costoso mantenimiento y tuvieron que abandonar la gestión de este paraje animal.

Un grupo de veterinarios conformaron la sociedad «Arca de Noé», que en 2015 salió al rescate del zoológico, incautado a Los Cachiros, quienes lo inauguraron en 2009. La administración volvió a la OABI un par de años después.

La actualidad reciente del parque animal da cuenta que cuatro cebras, cuatro tapires y un pizote murieron en los últimos días debido al descuido en sus tratamientos y alimentación por parte de quienes lo administran.

En enero de 2023 la instalación cerró operaciones por unos días por la muerte de su jirafa emblemática Big Boy, tras 11 años de ser el atractivo del lugar ante el descuido de los administradores.

El abogado Marlon Duarte, que en su momento representó a la familia Rivera Maradiaga (Los Cahiros), dijo que muchos de los animales mueren por la falta de atención de quienes administran el lugar. “Hay maltrato, hay crueldad contra los animales, delitos que se cometen por acción u omisión”, dijo.

Pidió que se ponga una solución definitiva a la problemática que acaba poco a poco con la vida de los animales. “Se debe tratar de convencer que se mantendrá la seguridad jurídica de alguna empresa o sociedad protectora de animales que se pueda hacer cargo del zoológico y que pague un precio módico por el hecho del alquiler”, sugirió.

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Así lucen muchos de los animales en el zoo.

Apenas 36 empleados sostienen el zoológico

La representante de los empleados de Joya Grande, Dilcia Méndez, negó que existan planillas infladas y dijo que los 36 empleados pueden justificar que laboran en la institución.

Reveló que el sueldo promedio de los empleados es de 11 mil 600 lempiras, ni siquiera el salario mínimo, al tiempo que reclamó en el lugar es urgente la presencia de un veterinario que permanezca de forma permanente para atender a los animales.

Otra de las empleadas -de nombre Nohelia- dijo que les adeudan cuatro quincenas y que no reciben respuestas de las autoridades que administran el zoológico.

Una de las proveedoras de frutas para los animales -de nombre Nora- dijo que hacen dos entregas semanales durante los últimos cuatro años, a pesar del incumplimiento de los administradores.

Abogó para que otras instituciones, no solo de gobierno, intervengan en la problemática para garantizar el funcionamiento del parque y la debida alimentación de los animales.

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Zoológico era para lavar activos: OABI

El director de la OABI, Marco Antonio Zelaya, expuso que desde que se adquirió el zoológico nunca se pensó para que fuera autosostenible, “era un inmueble para desviar fondos y lavar activos, nosotros estamos buscando la manera de rescatarlo en compañía de entes del Estado”.

Valoró que la situación del zoológico es compleja porque no es algo de ahora, “es un problema que se arrastra de administraciones anteriores”, incluso desde su incautación en 2015.

Refrendó que el zoológico recauda casi 200 mil lempiras mensuales y la erogación es de 1 millón 300 mil lempiras, que incluye mantenimiento del inmueble.

Marco Zelaya, titular de OABI.

Aseguró que “hemos cumplido fielmente con todos los proveedores desde el día uno que tomamos posesión (desde hace ocho semanas), sin embargo conocíamos la problemática y no nos podemos excusar”.

El abogado Zelaya anunció una demanda contra los empleados de Joya Grande porque posiblemente no están alimentando a los animales como se debe a propósito o para generar pagos donde no hay sustento documental.

Apuntó que la OABI trabaja para rescatar muchas propiedades que quedaron en números rojos, entre ellas el zoológico Joya Grande.

ICF interviene

El Instituto de Conservación Forestal (ICF), anunció a través de sus cuentas de redes sociales, que el departamento de Vida Silvestre y la oficina regional de noroccidente intervinó el citado zoológico este lunes.

Indicó que el objetivo de la intervención es evaluar, documentar y crear un plan de emergencia para la rehabilitación y manejo de los animales.

Comunicó que se enfocará en brindar atención inmediata a aquellos en estado de salud precaria con el fin de garantizar la recuperación.

Además, la institución señaló que está preparando una propuesta de plan de inversión que prioriza la salud de los animales sobre los ingresos económicos.

El ICF comenzó intervención en Joya Grande.

Protección de vida silvestre es un asunto de vocación

El propio director del ICF, Luis Soliz, manifestó que la protección y el cuidado de la vida silvestre es un asunto de vocación y que no se puede descuidar esta labor.

“Por dos meses de salario que se deja adeudado, la protección y el cuidado de la vida silvestre es un asunto de vocación, tampoco se pueden descuidar”, declaró el funcionario.

Comentó que un equipo técnico del ICF, entre ellos veterinarios, llevan recursos necesarios como vitaminas y jeringas para hacer algunas inyecciones.

Soliz señaló que la misión del equipo técnico es evaluar el estado de salud de los animales y priorizar la recuperación de cada uno de ellos, haciendo un trabajo específico con cada uno e identificar el estado de salud.

Manifestó que quienes deben dar respuesta del mal estado de salud de los animales son los encargados de la administración del zoológico.

La OABI no tiene pies ni cabeza es un total desastre financiero, incluso de ubicación de bienes, es una herencia y había que tomar responsabilidades, se excusó el director del ICF al ser consultado por la incapacidad del Estado de administrar este tipo de bienes.

He hablado con el director de la OABI sobre Joya Grande y me ha demostrado que él ha hecho las transferencias y ha comprado los alimentos a los animales, arguyó.

El personal no está capacitado

Silvia Gonzáles, presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Honduras (FAPAH), manifestó que “el personal no está capacitado, no tienen conocimiento en el manejo de estas especies y la mayoría de especies en Joya Grande no son endémicos del país, por lo tanto, Honduras no va a tener la capacidad de mantenerlos».

Varios carteles se han difundido en redes sociales para salvar a Joya Grande.

Agregó que como federación sostuvieron una reunión con autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), donde se habló del deterioro, infraestructura y el manejo de los animales que se encuentran en el parque Joya Grande.

Sostuvo que la preocupación de la federación con los animales que se encuentran en cautiverio en dicho lugar es que no se está dando un buen manejo en algunas especies por la falta de personal ya que no hay presupuesto.

Reiteró que dentro de la OABI el personal no está capacitado y no tienen conocimiento en el manejo de estas especies que se encuentran en el zoológico porque la mayoría no son endémicas del país.

Aseguró que sugirieron como federación dar en donación a los hipopótamos a un zoológico en el extranjero, pero como están bajo la figura de aseguramiento no pueden hacer ese tipo de acciones.

“Ya vimos que no existen los medios ni los recursos económicos para afrontar esta crisis y nos quedamos esperando una nueva reunión para integrar una mesa de trabajo y salvar a estos animales, sin embargo, no se brindó una respuesta”, apuntó.

A medida avanzan los días el zoológico Joya Grande muere a vista y paciencia de quienes lo administran al tenor del descuido estatal, así como la indiferencia de muchos sectores que poco o nada han podido hacer para garantizar la vida de los animales. JS

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