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El «macronismo» pierde su ala izquierda y se queda sin mayoría absoluta

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París – El partido del presidente francés, Emmanuel Macron, perdió este martes su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional tras la creación de un nuevo grupo de disidentes que le acusa de haberse alejado de los ideales que lo llevaron al poder en 2017.

Los 17 diputados de la nueva estructura Ecología, Democracia, Solidaridad (EDS) -siete de ellos procedentes de las filas oficialistas y el resto en su mayoría antiguos integrantes- dejan al grupo «macronista» a un escaño de los 289 necesarios para no requerir apoyos externos en la Cámara Baja.

A Macron, que hizo de la locución «al mismo tiempo» el eje de su filosofía de gobierno y se ganó con ese giro lingüístico la mofa de quienes le acusan de defender una cosa y la contraria, le sale ahora la competencia de un grupo que dice no estar «ni en la mayoría ni en la oposición».

El golpe es más simbólico que político: La República en Marcha (LREM) sigue contando con la fidelidad de los 46 escaños del centrista MoDem, pero el cisma evidencia la dificultad de mantener la cohesión en un partido que llevó al hemiciclo hace tres años a muchos neófitos sin experiencia política.

«Seremos un grupo positivo, de propuesta, de coalición e innovación. Queremos aportar un nuevo impulso. Seremos exigentes, no para imponer un dogma, sino porque la urgencia ecológica y solidaria nos obliga», dijo en su presentación su copresidente, el ex «macronista» Matthieu Orphelin.

Comparte con Paula Forteza el liderazgo de un colectivo que abandera una doctrina más social y cuya vicepresidencia recae en dos caras conocidas del panorama político francés: el candidato disidente a la Alcaldía de París Cédric Villani y la exministra socialista de Ecología Delphine Batho.

Récord de grupos en la asamblea

Este noveno grupo parlamentario, una cifra récord en la V República, prioriza apoyar «masivamente» las inversiones municipales en favor de la transición ecológica, «transformar la democracia mediante una transparencia real de la vida pública» o lograr una verdadera igualdad entre hombres y mujeres.

«Estamos en un punto de inflexión. Las próximas semanas y meses serán determinantes para el futuro de Francia y del planeta. Queremos que esta crisis no acelere las desigualdades», destacó Forteza, que añadió su defensa de un impuesto temporal sobre el patrimonio y de una renta básica universal a partir de los 18 años.

No es la primera vez que Macron pierde fuerza en la Asamblea Nacional: en junio de 2017 tenía 314 diputados, pero esta última desbandada ha sido tachada de traición entre quienes creen que, en plena pandemia de coronavirus, la unidad debe prevalecer frente a otras consideraciones.

El portavoz de la nueva estructura, Hubert Julien-Laferrière, justifica su salida alegando que cada vez les era «más complicado» defender los ideales por los que fueron elegidos hace tres años y subraya que no son ellos quienes se han alejado de esas promesas.

Desazón presidencial

La portavoz gubernamental, Sibeth Ndiaye, sostiene en cambio que el rumbo económico del quinquenio estaba claro desde el principio y que la aplicación del programa no se ha desviado de sus propósitos iniciales.

Macron no se ha pronunciado públicamente al respecto, pero, según los medios franceses, ha recibido con rabia esa nueva iniciativa que desde marzo empezaba a ser un secreto a voces.

«De Gaulle nos dijo que Francia es fuerte cuando se mantiene unida, cuando busca la vía de la cohesión en nombre de una cierta idea de Francia que nos une más allá de las discordias entonces accesorias», señaló este domingo en el lanzamiento de las conmemoraciones en honor al general y expresidente francés.

Un llamamiento a la unidad al que se le ha atribuido una doble lectura: la dirigida a todos los ciudadanos mientras el país sigue golpeado por la pandemia, con más de 28,200 muertos, y la lanzada a sus propias filas poco antes de que se oficializara la ruptura.

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