Buenos Aires.- El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, se identifica con la figura de un león melenudo y tiene actitudes más propias de un ‘rockstar’; quizá esa fuerza sea necesaria para ayudarle a cambiar la estructura económica del país, como pretende, un severo ajuste que no ocultó en su declaración inaugural.
Con un discurso disruptivo y maneras propias de un ‘reality show’, las mismas con las que triunfó en las tertulias de televisión en las que fue labrando su camino hacia la política partidaria, el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) alcanzó este domingo el sueño de la Presidencia de la Nación y convertirse, así, en el «primer presidente liberal libertario» de la historia, como dijo durante la noche electoral del 19 de noviembre.
En la liturgia de su investidura presidencial ha seguido una línea más propia de la Casa Blanca que de la Casa Rosada, si bien comenzó con su típica voz ronca impostada y concluyó repitiendo tres veces su ya famoso grito: «¡Viva la libertad, carajo!».
¿El león? ¿El loco?
«¡Hola a todos! Yo soy el león. Rugió la bestia en medio de la avenida». Así comienza «Panic show», canción del grupo de hard rock La Renga que Milei cantó en cada acto de campaña para despertar a los que él llama los «leones» de una Argentina dormida y a los que prometió, como dice la canción, ser «el rey de un mundo perdido».
Su provocador carisma y su rompedora manera de hablar de los políticos «chorros» (ladrones) -junto con excentricidades como sortear su sueldo de diputado o decir abiertamente que sus perros mastines le dan consejos- fueron un imán para captar la atención de muchísimos jóvenes y de desencantados con la política, en su mayoritaria hombres.
Milei, un ‘outsider’ de la política hasta 2021, cuando fue elegido diputado, sorprendió en las primarias de agosto, cuando resultó el candidato más votado, por delante de la coalición Juntos por el Cambio (JxC, centroderecha) y la oficialista Unión por la Patria (peronismo).
Tras quedar segundo en octubre, por detrás de Massa, en el balotaje se impuso por once puntos de distancia sobre su adversario.
Economista apologeta de la Escuela Austríaca, defiende la libertad en cualquier ámbito de la vida, incluso aquellos contrarios a la ideología ultraderechista, como el aborto, el matrimonio homosexual o la adicción a las drogas, siempre que no lastren al Estado.
Milei fue ganando visibilidad en la opinión pública argentina con constantes intervenciones en programas televisivos, en los que hacía gala de una desinhibida oratoria trufada de insultos contra el poder establecido, la famosa «casta», a la que, no obstante, terminó aliada nombrando ministros a los integrantes de la exfórmula presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Luis Petri, y a antiguos miembros del Ejecutivo de Mauricio Macri (2015-2019).
Licenciado por la Universidad de Belgrano (Buenos Aires), con dos títulos de posgrado y sin experiencia en la Administración pública, Milei ha sido asesor económico de diversos organismos y empresas, la última de ellas, Aeropuertos Argentina 2000.
Su imagen de rebelde con traje -o chaqueta de chándal bajo una cazadora de cuero, que según algunos esconde un chaleco antibalas- levantó más de un ceño entre los políticos tradicionales, quienes lo consideraban un «loco» con complejo de mesías.
Ese apodo lo recibió en varios momentos de su vida: ya cuando era adolescente y jugaba al fútbol y, posteriormente, en varios trabajos que emprendió, se le conocía así por su temperamento y sus airadas reacciones.
Tan es así que el periodista Juan Luis González tituló «El loco» un libro sobre su figura «inestable», en el que analiza sus vínculos con poderosos empresarios y políticos -previos a su surgimiento como ‘outsider’- y sus episodios más llamativos relacionados con su cercanía a lo sobrenatural.
«Anarcocapitalista»
Su llegada al Congreso en 2021 empezó a preocupar a la «casta», especialmente cuando el autodefinido «anarcocapitalista» propuso romper el ‘statu quo’ monetario mediante la dolarización de la economía, la privatización de la mayoría de compañías estatales, la reducción de la carga tributaria y la libertad para acceder a las armas de fuego y para vender órganos.
Lució una ‘motosierra’ en campaña como símbolo del recorte del gasto público. De momento, ya ha anunciado que rebaja de dieciocho a nueve los ministerios. Su propuesta de cerrar el Banco Central, por ahora, ha quedado en suspenso.
El explosivo cóctel socioeconómico que vive Argentina ha sido el caldo de cultivo para el crecimiento de las filas ultraliberales que lidera este fan de los Rolling Stones, exportero del club Chacarita Juniors y seguidor de Boca Juniors.
Contrario a la Agenda 2030, Jvaier Milei niega el cambio climático, así como que la dictadura militar (1976-1983) dejara 30.000 desaparecidos, un trágico balance que hasta ahora había sido uno de los pocos consensos en la política argentina.
Su círculo íntimo está integrado, además de por sus perros, a los que denomina «hijitos», por su pareja, la actriz, bailarina y humorista Fátima Flórez, famosa por su imitación de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015); y por su hermana, Karina Milei, a la que apoda ‘El Jefe’ y que es su principal apoyo emocional y político tras el maltrato sufrido por ambos de parte de sus padres. EFE/ir