El presidente del Partido Libre, prócer converso, no desea que el pueblo conozca por el TREP resultados preliminares del escrutinio en las elecciones primarias. Al presidente del Partido Liberal, prócer honesto, guardián del “lado correcto”, le ocurre lo mismo, pero tuvo un desliz desvelando la estrategia convergente de los dos políticos: “El problema de difundir resultados a partir del 30% del escrutinio es su falta de representatividad para todos los Departamentos, no siendo equitativa puede provocar una idea equivocada del resultado final”. Por eso, las representantes de ambos partidos en el CNE, Rixi Moncada y Paola Hall, votaron a favor de eliminar el TREP, mientras el representante del Partido Nacional se opuso, por considerarlo un retroceso para nuestra democracia. Talemos el bosque para observar el árbol.
El 28.09.2020, publicaba el artículo “Políticos líquidos”, donde escribía: “De la misma manera que un fluido se adapta al recipiente que lo contiene, el político líquido dispone de un discurso ambivalente, capaz de sostener una posición por interés y la contraria por necesidad”.
Manuel y Luis, ambos Zelaya, y Nasralla, el salvador, arrogándose catones de la moral, siempre exigieron mejorar la tecnología para acelerar el conteo electoral, y que se conozcan resultados del escrutinio cuanto antes, sin embargo, ahora apoyan lo contrario, que no se transmitan datos preliminares, las tendencias del voto. Moncada dijo: “Declaramos la muerte del TREP que solo sirvió para dar legalidad a los últimos dos procesos”. Desconcertante, porque son los procedimientos legales los que fortalecen las instituciones. Hizo un llamado al electorado para: “controlar y auditar el voto, terminando con los manoseos de las urnas y la caída de los sistemas”. Defina “controlar” y “auditar” ¿Facilitará al electorado el acceso a las mesas para “controlar” el escrutinio? ¿Podrán fotografiar las actas una vez firmadas, para “auditar” su autenticidad posteriormente? Impresentable verborrea populista.
Sin la transmisión de resultados parciales no se conocerán las tendencias, lo que siempre fue un disuasivo para evitar y denunciar los “manoseos” que asegura Moncada. Precisamente esa legalidad del TREP, que ahora repudian, permitió conocer la evolución del escrutinio en los anteriores comicios. Ahora, estos políticos líquidos de discurso ambivalente, se felicitan porque el TREP ¡ha muerto! ¿Qué esconden las palabras? Sin una estructura legal, técnica y especializada, que facilite las tendencias del voto, se abre la puerta a la desinformación maliciosa, a filtraciones sesgadas, a las acusaciones cruzadas por manipulación… hasta convertir el conteo manual en una torre de Babel, aumentando la indignación popular cual olla de presión. ¿De eso se trata?
Cuando Rixi Moncada y Paola Hall, dijeron: “hay intereses por boicotear el proceso electoral”, se estaban retratando. ¿Cuál es el mejor sitio para esconder el muerto? En un cementerio. Manuel y Luis, ambos Zelaya, sin el TREP, evitan que los electores que votarán por sus adversarios partidarios sepan que sus candidatos lideran las tendencias. En ese supuesto, la ignorancia facilitará el “manoseo”. Táctica que ya emplearon en las elecciones del 2017. Entonces, como el escrutinio provisional les favorecía, sin importarles que no fuese representativo para todos los Departamentos, dieron la tendencia por irreversible exigiendo al TSE que la certificara como definitiva, y procediera a declarar vencedor al candidato de Libre. Ahora, para evitar que sus adversarios internos puedan utilizarla contra ellos, “matan” el TREP, y se felicitan. En las elecciones del 2005, Manuel Zelaya, utilizando el mismo procedimiento recurrente, consiguió la presidencia de la Republica frente a Porfirio Lobo. Lo que es, no puede no ser. Solo hay que molestarse en analizar los datos.
En la retina permanece la noche del 2017, cuando arengando a sus “indignados”, al estilo Donald Trump, se fueron a patear los portones de las bodegas del TSE, reclamando el derecho de conocer sin dilaciones el escrutinio. Ahora, Manuel y Luis, ambos Zelaya, no tienen prisa, le dieron la vuelta al calcetín: “La ley nos faculta para dar los resultados en 30 días”, dice Moncada. Como los Amish, rechazan la tecnología pecaminosa, porque facilita el “manoseo” y la “caída del sistema”, y eligen la pureza ancestral del ábaco para el conteo manual. El cinismo es la desvergüenza en el mentir; es el descaro de engañar con conocimiento; es la insolencia de insultar a la cara cuando se dice lo que la población necesita escuchar para manipular sus emociones.
“Si puedes fingir sinceridad puedes fingir lo que sea”. -George Burns, actor-
