Aviñón (Francia) – El Festival de Aviñón, el más prestigioso del mundo del teatro junto al de Edimburgo, puso el foco este domingo en los creadores de Argentina, Italia y Brasil y en la capacidad de resistencia del arte frente al auge de la extrema derecha, que gobierna o gobernó recientemente en esos tres países.
“Seis meses de (Javier) Milei han sido una verdadera catástrofe”, lamentó sobre el actual presidente argentino María Emilia de la Iglesia, directora teatral y presidenta del Instituto Argentino de Promoción de la Cultura Viva Comunitaria, en un debate celebrado en el Claustro Saint-Louis de Aviñón, sede permanente del festival.
Junto a ella, en representación de la escena argentina, el dramaturgo Mariano Pensotti resaltó el efecto de largo alcance que va a tener el frenazo de la producción cultural por el drástico recorte de la financiación estatal, que es especialmente dañino para las compañías pequeñas e independientes.
En un país en el que a las familias les faltan recursos para llenar la cesta de la compra es, además, muy complicado que compren una entrada para ver un espectáculo, adujo por su parte De la Iglesia, que es defensora de una visión comunitaria del arte frente al individualismo y el “sálvese quien pueda” de las nuevas derechas.
“Nosotros creemos que el arte es tan esencial como la comida. Alimenta el espíritu (…) Creemos que el arte es salud, que el arte es desarrollo humano”, razonó en conversación con EFE al concluir el evento.
“Lo que quieren destruir -agregó De la Iglesia- es el corazón comunitario, los lazos sociales, los vínculos, lo que genera que la comunidad se organice para mejorar su vida, para ser feliz. El sistema de dominación que impera busca un pueblo triste, un pueblo aislado, fragmentado. Por eso la cultura es tan importante y es tan atacada”.
El auge de la ultraderecha no es un fenómeno acotado a Argentina, recordó Pensotti durante el debate, y el problema requiere, en su opinión, una respuesta a la misma escala.
“La pregunta es cómo podemos articular una respuesta que atraviese distintos países para enfrentar este ataque a la cultura”, razonó el dramaturgo porteño, que presentará el martes en el festival la obra ‘Una sombra voraz’.
Muestra de ese carácter internacional, el debate tocó también los casos de Brasil, con el Ejecutivo de Bolsonaro entre 2019 y 2023, y de Italia, cuyo obierno está liderado desde 2022 por Giorgia Meloni.
“El miedo al retorno de Bolsonaro silencia muchas preguntas”, alertó el dramaturgo británico instalado en Brasil Dan Baron Cohen, para quien el Ejecutivo actual de Luiz Inácio Lula da Silva es “prisionero” de las promesas hechas a la derecha conservadora.
Por su parte Claudio Longhi, director de escena y responsable del Piccolo Teatro de Milán, defendió seguir peleando desde el arte aplicando dos principios: el del “diálogo” por un lado, incluido con quienes piensan diferente, y por otro “la defensa de los valores del antifascismo”.
El debate, que se había programado mucho antes de la inesperada decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de disolver la Asamblea Nacional tras la victoria de la ultraderecha de Marine Le Pen en los comicios europeos del 9 junio, coincidió hoy por azar con la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas en Francia.
Dado que el partido lepenista Agrupación Nacional (LR, por sus siglas en francés) parte como favorito, el debate fue especialmente pertinente según su moderador, el francés Maxime Séchaud, director teatral y secretario general adjunto de la división de espectáculos del sindicato CGT.
”Francia no había estado tan cerca de lo peor desde el régimen de Vichy” (colaboracionista con la ocupación nazi del país entre 1940-44), lamentó Séchaud. EFE
