No obstante, las previsiones meteorológicas podrían alterar los planes de la NASA, ya que las condiciones climatológicas serán «bastante inciertas» y podrían obligar al equipo a retrasar su regreso por un espacio de 24 horas o cambiar el lugar de aterrizaje.
Hoy hizo buen tiempo en Cabo Cañaveral, pero para mañana se prevé una ola de frío y posibles tormentas.
La agencia espacial estadounidense ha avisado a la Base de la Fuerza Aérea de Edwards, en California, por si la nave tuviera que recurrir a otra pista de aterrizaje.
Los astronautas recibieron la necesaria autorización de la agencia espacial estadounidense después de efectuar entre ayer y hoy varias pruebas de seguridad.
La tripulación del «Endeavour» informó de una pequeña pieza de metal que se había desprendido de la nave, pero el control de la NASA determinó que no era motivo de preocupación.
El transbordador se separó ayer de la EEI, momento en el cual comenzaron los preparativos para el aterrizaje.
El piloto del Endeavour, Eric Boe, dio la vuelta a la nave, una operación que permite a la tripulación de la EEI observar y tomar imágenes del transbordador para analizar el escudo termal.
La tripulación del «Endeavour» viaja al mando del astronauta estadounidense Chris Ferguson, secundado por Boe y los especialistas Donald Pettit, Heidemarie Stefanyshyn-Piper, Steve Bowen, Shane Kimbrough y Sandra Magnus.
Para Boe, Bowen y Kimbrough la STS-126 fue su primera misión espacial. Magnus sustituye en la EEI a Greg Chamitoff, quien, tras 182 días viviendo en la estación orbital, regresa finalmente a la Tierra.
«Mucha gente se ve obligada periodos de tiempo lejos de sus casas, pero yo he tenido la suerte de tener un lugar espectacular como destino durante los últimos seis meses», dijo Chamitoff.
El comandante Ferguson se declaró «extremadamente satisfecho» de cómo ha ido la misión de 16 días en la EEI.
«Llegamos aquí arriba con una lista muy larga de objetivos y, aunque hemos tenido uno o dos problemas, hemos logrado cumplir todos», señaló.
El «Endeavour» llevó a la Estación Espacial Internacional vituallas, equipos para ampliar sus espacios habitables, instalaciones para ejercicios físicos, enseres de cocina y un sistema para reciclar la orina de los astronautas.
Su objetivo central en el curso de las cuatro caminatas espaciales que efectuaron era preparar el complejo para albergar a seis ocupantes y revisar y lubricar las juntas rotatorias de los paneles solares que suministran energía a la estación.
Además de ampliar el espacio en la EEI, los astronautas instalaron un «control ambiental regenerativo» que recicla orina de los astronautas y la condensación del aire para convertirlo en agua que podrá ser bebida y utilizada para enfriar los sistemas de la nave.
La tripulación del «Endeavour» volverá a la Tierra con siete litros de orina reciclado -«el café de ayer» como lo suelen llamar delicadamente los astronautas- y condensaciones para pruebas.
El transbordador dejará atrás a Magnus y a los otros ocupantes de la EEI, el cosmonauta ruso Yury Lonchakof y el comandante estadounidense Michael Fincke