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El despliegue naval de EEUU en el Caribe ya es el mayor desde la primera Guerra del Golfo

Washington – El despliegue de efectivos navales estadounidenses en el Caribe, frente a Venezuela, ya es el más grande de la historia del país norteamericano desde la primera Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991), según un estudio de expertos del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), a la espera del grupo de ataque del portaaviones Gerald Ford.

«No mandas a uno de tus más importantes activos navales para estar parado y darse una vuelta. O lo usas o lo reasignas de inmediato. Lo más probable es un ataque con misiles contra Venezuela», indicó -en entrevista con EFE- el coronel de Infantería de Marina retirado y autor del análisis del CSIS, Mark Cancian.

Tras la llegada del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, que se espera para la próxima semana, EE.UU. pasará a tener ocho buques de guerra (seis de ellos destructores), tres buques anfibios y un submarino. Un total de trece efectivos navales, algo que ni siquiera se dio en la invasión a Panamá en 1989 o en la invasión a la isla de Granada en 1983.

«Este es el despliegue naval más grande en Latinoamérica en al menos veinticinco años o incluso puede que de los últimos cuarenta años», indica Cancian, experto en defensa del CSIS.

El Ford, que está agrupando a su convoy de ataque completo frente a costas italiana, estará escoltado por tres destructores e incluye buques de abastecimiento pensados para campañas largas.

El imponente despliegue, que se sumará a sobrevuelos de bombarderos estratégicos, incluirá helicópteros SH-60R, que junto a los aviones de combate, los cazas y los aviones de apoyo del portaaviones, podrán llevar a cabo una campaña de mucho mayor escala que la ordenada por el presidente Trump contra el narcotráfico.

Las fuerzas estadounideses contarán con más de 700 misiles, además de unos 180 misiles de largo alcance Tomahawks, para ataques terrestres.

«Ataques aéreos, pero no invasión terrestre»

El anuncio del despliegue del grupo de ataque del Ford, el portaaviones más moderno e importante de la flota estadounidense, desde el estratégico Mediterráneo oriental a aguas del mar Caribe pone de manifiesto el interés de la Administración Trump de llevar al máximo la tensión contra el régimen de Nicolás Maduro.

«Mandar a este imponente activo naval, cuando EE.UU. solo tiene tres grupos de ataque activos en el planeta es un mensaje muy claro. EE.UU. dispondrá de una gran capacidad para realizar ataques aéreos y con misiles, por lo que un ataque de ese tipo es lo más probable. Para lo que no está pensada esta fuerza es para una invasión», indica Cancian.

Además, el CSIS apunta que el Caribe ha sido «una región de baja atención durante décadas con raras visitas de portaaviones».

Los expertos señalan que, otro de los indicadores de que esta operación podría no ser simplemente una demostración de fuerza es el establecimiento de grandes campamentos militares en Puerto Rico, lo que indicaría preparativos para un importante movimiento de tropas hacia la región, algo que todavía no ha ocurrido.

¿Cada vez más cerca de la invasión?

EE.UU. está cada vez mejor posicionado para llevar a cabo una campaña aérea, pero no cuenta con una fuerza suficiente para llevar a cabo una invasión terrestre con tropas estadounidenses en territorio extranjero, algo a lo que Trump siempre se ha opuesto como principio general de su política exterior y de defensa.

Stephen Biddle, profesor en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia (Nueva York), aseguró a EFE que «en caso de que haya una invasión, es de suponer que Estados Unidos enviaría primero a la zona a sus combatientes, pero el desplazamiento por sí solo (del Ford) no lo garantiza».

Por su parte, Michael Desch, director del Centro de Seguridad Internacional de la universidad de Notre Dame, en el estado de Indiana (EE.UU.), ve similitudes entre las posibles acciones del portaaviones en el Caribe con lo campaña que Trump ordenó entre marzo y mayo de este año contra objetivos hutíes en Yemen.

En la operación, en la que estuvo involucrado el portaaviones USS Harry Truman, se atacaron más de 800 objetivos y se mataron a «cientos de combatientes hutíes», según el Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), aun así, Washington reconoció no haber logrado detener a los insurgentes.

En opinión de Cancian, «algo tendrá que pasar en las próximas semanas. Una vez mandas todo ese poder de combate creas una situación que no es estable, o lo usas o te repliegas a otro punto estratégico». EFE

(vc)

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