spot_img

El decálogo de Ramón Custodio

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa.- El ex comisionado nacional de los Derechos Humanos Ramón Custodio, fue el orador principal en los actos de graduación de la Universidad Privada de San Pedro Sula, el pasado 12 de julio de los corrientes. Allí plasmó una pieza oratoria que resume su acervo cultural y sus lecciones de vida. Pasó un mes preparando su comparecencia que se resume en un Decálogo de Consejos de Vida para los nuevos y actuales profesionales universitarios, así como para las diversos sectores que conforman este país.
 

Estas fueron sus palabras a los graduandos:

Como somos un pueblo multilingüe: buenas tardes, good evening, buity ramanbey, walal yamny, … ; y también alsut yamny balram, que es bienvenidos en misquito, sin distinción de géneros.

Ciertas universidades estadounidenses piden a uno de sus profesores “La última lección”, charla en la que visualizan después de su supuesta muerte lo que fue más importante en sus vidas.

A Randy Pausch, profesor de ciencias computacionales, interacción humana – computadora y diseño en la Universidad Carnegie Mellon, se le pidió “La última lección” cuando estaba muriéndose por un cáncer incurable del páncreas y doce metástasis en el hígado; su esposa, sus cuatro niños y él decidieron que diera su charla, siempre diciendo que estaba muriéndose.

Allí estuvo Jeffry Zaslow, columnista de The Wall Street Journal, quien junto a Randy dio a conocer al mundo esa charla y los orígenes del pequeño libro “La última lección”, ahora en español, cuya breve dedicatoria dice: “Con agradecimiento a mis padres, quienes me permitieron soñar y con (la) esperanza en los sueños que mis hijos tendrán”.

Con el título CUMPLE DE VERDAD TUS SUEÑOS DE LA INFANCIA, aparecen los seis sueños del niño Randy Pausch, que cito poniendo entre paréntesis mis comentarios:
  1. Estar en la gravedad cero (que es cuando los astronautas flotan al quedar libres de la fuerza de la gravedad de la tierra).
  2. Jugar en la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano).
  3. Ser autor de un artículo en la Enciclopedia Mundial (cada autor se supone el mejor experto sobre lo que escribe).
  4. Ser el capitán Kirk (el capitán de la nave espacial en la serie de televisión de hace más de cincuenta años)
  5. Ganar animales peluches en las ferias (cuanto más grandes, mejor).
  6. Ser un creativo (en el equipo) de Disney.
Para estar en la Cámara de Gravedad Cero que la NASA anuncia como “La Maravilla Ingrávida”, pero que el público llama “El Cometa del vómito”, Randy Pausch dirigió e hizo triunfar a un grupo de sus estudiantes en un concurso de la NASA para entrar y experimentar lo que se siente en esa cámara. Cuando le dijeron que ningún profesor podía entrar con ellos, se hizo acreditar como periodista, explicando con razón: “Siempre cuenta con una propuesta para poner sobre la mesa, porque así siempre serás bienvenido”. Les confieso, funciona, porque muchos de mis éxitos han sido posibles por una propuesta oportuna ante la oposición a veces absurda, de quienes no saben cómo o no quieren dejarse ayudar.

Randy nunca jugó en la NFL porque aunque siempre se esforzó para ser el mejor, nunca convenció al estricto entrenador de su equipo colegial. En cambio, ganó mucha disciplina en esa experiencia, como su madre estricta profesora de inglés, le había enseñado.

Un día la Enciclopedia Mundial le solicitó que escribiera el capítulo de la Realidad Virtual, una de sus fortalezas académicas; desde entonces, bajo la R, allí está lo escrito en esa materia por el experto Randy Pausch.

Cuando hablaba por su teléfono celular se imaginaba ser el capitán Kirk, porque precisamente ese capitán de la imaginaria nave espacial de la serie de TV hace más de cincuenta años, podía hablar donde estuviera con cualquier miembro de la tripulación, con un fantástico aparatito, anticipación de lo que es ahora el teléfono celular o móvil. Por eso bien decía Einstein que la imaginación es más importante que el conocimiento.

Randy y su padre, un heroico paramédico de la segunda guerra mundial, de lo que nunca hablaba, ganaron peluches enormes en muchas ferias.

Finalmente, logró su último sueño infantil cuando en un año sabático fue miembro del equipo creativo de Disney, precisamente en Realidad Virtual.

Randy Pausch dijo: “¡Vivo en la era de las computadoras y ¡me encanta! A lo largo de mucho tiempo me he adaptado a los pixeles, a las estaciones de trabajo de múltiples pantallas y a las supercarretera de la información. En realidad si puedo imaginarme un mundo sin papel”. Yo nacido en la Honduras de 1930, una época de telégrafo y teléfonos de cuerda, vivo admirado de este mundo real y virtual, sin papel o con papel biodegradable, en que mis nietecitos me ganan en cualquiera de sus juegos informáticos de pantallitas táctiles, lo mismo que les sucede a otros abuelos aquí presentes. ¡Verdad que si, fulano¡

El niño Ramón Custodio López soñó en ser una figura nacional respetada, saber hablar en público, ayudar a los demás, ser valiente, independiente y digno; sin saber entonces lo dicho por Nietzche: “El que tiene dignidad soporta cualquier cosa”.

Es un honor hablar desde esta tribuna a los 107 nuevos profesionales, a sus padres y demás familiares, con suficiente razón para sentirse orgullosos, y a todos los demás presentes para exponer este decálogo de consejos:

1. A los que ya tienen hijos o están por tenerlos les ruego que jueguen con ellos, porque jugar es su primer derecho y dejen que sueñen, porque también tienen ese derecho porque entonces sembrarán en ellos gratas memorias. Y, según Bourget el que de adulto realiza sus sueños infantiles, alcanza la grandeza.

La humanidad está necesitada de ensoñadores y de pensadores, tanto en el mundo real como en el virtual, porque el ensoñador anhela al máximo sus sueños hasta que los realiza. Los que de niños soñaron tener poder y ya lo tienen, sepan usarlo y hagan todo el bien posible en lugar de caer en la soberbia y en el abuso. El pensador sabe hacer propuestas para resolver problemas, que es la mejor protesta.

Mi mayor debilidad es querer ayudar a otros en la realización de sus sueños infantiles o a resolver sus problemas, aunque muchos no se dejen ayudar.

Por más de un sueño infantil logrado es que tengo el alto honor de ocupar hoy esta tribuna, para lo cual he trabajado mi discurso desde hace un mes con el debido cuidado, preparación, respeto y dignidad y créanme ¡Ningún sueño es imposible!

2. Si te confían alguna autoridad por ser honrado no atropelles a nadie; lidera con precisión, decisión y prudencia; recuerda que según Confucio; con diligencia y creatividad se logran resultados. ¡Y yo lo he comprobado¡

3. Si ya tienes poder o llegas a tenerlo, no temas, pues el poder es malo solo cuando se abusa en su mal ejercicio. Los chinos creen que ni el poder ni el dinero arruinan a nadie, pues solamente son medios para conocer quién es quién.

Lord Acton universalizó en la carta a un amigo que “El poder siempre corrompe. El poder absoluto corrompe absolutamente”. Sin embargo pregunto: ¿Qué daño hicieron con su enorme poder, entre otros, los maestros como Confucio, Buda, Mahoma, Jesucristo, Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela?

4. Todos tenemos el derecho a dudar, pero también la obligación y el deber de tomar decisiones, en cuyos resultados se cristalicen la prudencia, la sensatez, la diligencia, la creatividad, la misericordia, la honestidad y el bien común. La indecisión es condenada en el modelo de la calidad total con el “vale más nunca que tarde”.

5. Hoy están recibiendo un título que los pone frente al desafío de demostrar su profesionalismo, pues ahora serán evaluados de acuerdo al éxito o el fracaso de su gestión. Ya no es una cuestión de suerte, sino el resultado de vuestro ejercicio profesional.

6. Nunca vean de menos a nadie, por prejuicio o discriminación, porque la mejor relación humana resulta de la confianza, la credibilidad y la amistad y viceversa. La regla de oro es no hacerle a nadie lo que no quieres que te hagan a ti, enunciada por Buda en el Sermón de Benarés y repetida 600 años después en el Sermón de la Montaña. No le teman a la persona que sabe más que ustedes, porque pueden aprender mucho de ella, en el caso contrario les rodeará la mediocridad.

7. Si quieren llegar a donde deben y no a donde no quieren, tienen que aprender a leer el contexto de la realidad en que viven, para lo cual necesitan saber del nuevo paradigma que es la nueva forma de ver la realidad. Sepan si ya llegaron o siguen en el camino, para no caer en el ridículo de ser lo que se quería ser y no saberlo. Si ya son lo que soñaban ser escriban todos sus documentos con claridad, brevedad y precisión, para no malgastar la tinta y el papel, ni el tiempo de los demás.

8. Resuelvan cada problema en su debido tiempo, forma y fondo, porque si no los problemas se acumulan y crecen hasta llegar a ser conflictos; entonces es necesaria la Resolución Alternativa de Conflictos (RAC), que demanda de asesores y expertos en la materia, y todo porque alguien no fue pertinente en hacer a tiempo su parte.

9. Hay diferentes métodos para que sus oficinas, organizaciones, empresas, grupos financieros o instituciones, sean centros abiertos al aprendizaje continuo para el cambio propositivo, con crecimiento exponencial y no simplemente lineal. Haciendo lo mismo seguirán teniendo los mismos resultados, según lo dijo Einstein y como lo demuestran nuestros gobernantes. Ahora ya lo saben, busquen y encontrarán sobre el Lateral Thinking de Edward de Bono, La quinta disciplina de Peter Senge, el nuevo paradigma y otros métodos. Sed actores y autores del cambio, empezando por ustedes mismos.

10. Si en esta universidad aprendieron a pensar !Bingo!, porque entonces tendrán sentido común, vale decir inteligencia, que según Voltaire es el menos común de los sentidos. Hay gente que nace con él, por ejemplo mi madre que nunca fue a la escuela pero apenas aprendió a leer y a escribir porque le enseñó su tío, el maestro Mariano, a cambio de lavarle y plancharle su ropa; sin embargo supo sacarnos de la pobreza y dio con sus propios recursos a todos los hijos, el derecho a la educación superior en cualquier universidad del mundo.

A diferencia de Randy Pausch yo no me estoy muriendo de ningún cáncer, ni de aburrimiento, para alegría de unos y el pesar de otros. No sé los años que todavía tengo después de los 83 que ya viví a plenitud. Estoy feliz de vivir viendo siempre la esperanza en el fondo de la caja Pandora, para resolver todos los males que salieron de esa caja por su desobediencia a la orden divina de no abrirla nunca.

La que si está muy, pero muy enferma, es Honduras. Hundida en la pobreza y la miseria a pesar de tantas riquezas naturales, por la falta de desarrollo resultante de la ineficacia de los inca-paces que nos han gobernado o gobiernan, sin ánimo de ofender a los incas; por la violencia extrema que causa miedo insalubre; por la desigualdad de oportunidades para ser y para tener todos lo indispensable; por los pésimos servicios públicos; porque se propicia el hambre del pueblo pobre, pobre pueblo que apenas come por el encarecimiento hasta de los frijoles, sin que nadie castigue a nadie desde el gobierno ni desde Brasil, por el acaparamiento y el agiotismo; por no saber todavía como incorporarnos al mercado internacional; por la dependencia de los que saben que podrían ser independientes; y, finalmente, porque siendo en Centro América el país con el mayor promedio de horas sol por día (6.8), elegimos siempre a los menos iluminados para que gobiernen, legislen o impartan injusticia, como los que siguen pintando paredes y quemando llantas sin saber que ya son la segunda fuerza política; porque permitimos el abuso, la malicia y la soberbia en todos los Poderes del Estado.

¡Ensoñadores y pensadores salvemos a Honduras¡ ¿Cómo?

Hagamos que se respete la Constitución de la República para que haya Estado de derecho con separación de los Poderes; impidamos la venta del territorio nacional en retazos, que se hipoteque el subsuelo y que se nos siga endeudando con Bonos de la Soberanía; exijamos que aparezcan los fondos para la Estrategia de la Reducción de la Pobreza; impongamos como un asunto de Estado que todos los niños hondureños jueguen y estudien sin tener que trabajar, y que sueñen en lugar de vivir la pesadilla de la emigración a un país que no los quiere y los deporta, impidiendo así la reintegración familiar de los trabajadores migrantes.

Mirando fijamente la esperanza en el fondo de la caja de Pandora, ha sido un honor dirigirles mis palabras, agradeciéndoles mucho por la paciencia de escucharme. Gracias, thank you, tinki, tenky…etc.

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img