México – El Cruz Azul del entrenador peruano Juan Reynoso recibirá este domingo al Santos Laguna con todo a favor para ganar el título del Clausura mexicano y dar un giro a su historia, matizada por fracasos a la hora buena durante más de dos décadas.
Con una victoria por 0-1 en casa de su contrario en el duelo de ida de la final, los Azules de Reynoso llegan al de vuelta con ventaja material y la tranquilidad de jugar en su estadio, el Azteca de la Ciudad de México, donde este año suman nueve victorias, un empate y una derrota.
Después de ganar el título en el invierno de 1997, los celestes han perdido seis finales, varias veces con actitudes timoratas, que les costaron regalar ventajas casi decisivas como la del Apertura 2013 en la que iban delante del América por 2-0 y a menos de cinco minutos de ganar la final cedieron un empate y perdieron.
En enero pasado Reynoso encontró al grupo humillado luego de una goleada por 4-0 ante Pumas en la semifinal del pasado Apertura. Después de dos reveses lo levantó y a partir de una defensa segura, lo convirtió también en el conjunto de mejor ataque.
Este domingo el estratega apostará a darle el noveno título de liga al equipo con una zaga con orden liderada por los paraguayos Pablo Aguilar y Juan Escobar y el mexicano Julio Cesar Domínguez. Solo después de garantizar la defensa, Reynoso dará la orden de fuego en la portería contraria.
El duelo decisivo del campeonato está rodeado de expectativas porque si bien el Cruz Azul es favorito, el Santos del estratega uruguayo Guillermo Almada posee equilibrio en sus líneas, una alta capacidad de lucha y después de ganar cinco títulos en este siglo, sabe crecer en la hora crucial.
El Santos necesita goles para ganar y los Azules estarán atentos a que, en su afán de atacar, el cuadro de Almada deje espacios atrás para hacer daño con una delantera liderada por el uruguayo Jonathan Rodríguez, antiguo goleador santista, ahora en plan de ser verdugo de sus antiguos compañeros.
Una de las debilidades del Santos es su rendimiento como visitante, condición en la que suma este año un triunfo, cuatro empates y cinco derrotas. Almada tratará de cambiar eso con el ecuatoriano Ayrton Preciado y el mexicano Eduardo Aguirre como ejes de ataque, respaldados por volantes habilidosos como el uruguayo Fernando Gorriarán y el chileno Diego Valdés.
En cuartos de final ante el Toluca, Reynoso no se echó atrás cuando tuvo un gol a favor; fue por más y volvió a anotar; en semifinales resultó algo más cuidadoso, pero tampoco renunció a ofender en los minutos finales, experiencias que quizás sean un buen antecedente para armar su estrategia este domingo.
Reynoso ha insinuado que si bien apostará a que su defensa se mantenga como la más segura de la temporada, estará atento a tener la pelota.
Con verbo de sicólogo, el técnico le ha recordado a sus jugadores que algunos de ellos ni habían nacido cuando el Cruz Azul empezó su racha de fracasos en finales y deben identificarse más como integrantes del mejor equipo del año, ajenos a las derrotas recientes.
De ganar, el Cruz Azul se consolidará como el cuarto equipo con más títulos en la liga, con nueve, cuatro menos que América, tres abajo del Guadalajara y uno menos que el Toluca. De hacerlo el Santos, sumará su séptima estrella, las mismas que Tigres, uno de sus dos rivales por la supremacía en el norte del país. JP