Tegucigalpa – La operación Perseo parece ir más allá de las regulares batallas antidrogas que ejecutan las autoridades hondureñas. La misma muestra vínculos de barones de la droga con altas autoridades policiales y también con estructuras de poder. También refleja el lavado de por lo menos cuatro mil millones de lempiras, en actividades de uno solo de sus brazos financieros al que en las últimas horas desestabilizaron.
– Los detenidos tuvieron relación con Jorge Barralaga Rivera, hijo del ex subcomisionado Jorge Barralaga Hernández, indica el MP.
– No justificaron L.4 mil millones de los L.5 mil millones que tenían en sus cuentas bancarias.
– Un juez de letras les dictó detención judicial.
En el proceso de desarticular este poderoso cartel han caído figuras de impacto mediático tanto dentro de la institucionalidad como del mundo del hampa.
El golpe a la estructura financiera del popularmente conocido como clan Barralaga, ha permitido gran parte de la banda que aún sigue teniendo aliento ya que personajes importantes vinculados al mismo aún están prófugos o discretamente en sitiales estratégicos.
Miles de millones
El Ministerio Público ejecutó este lunes Operación Perseo II dedicado a la captura y aseguramiento de bienes a socios del clan liderado, presuntamente, por el ex subcomisionado de la Policía, Jorge Barralaga.
Desde tempranas horas de este lunes , agentes de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, junto a agentes de la ATIC y otros fuerzas del orden, capturaron en la ciudad de La Ceiba a José Arístides Flores Nájera y Waldina Lizzette Gavarrete Ortega, acusados de lavado de activos.
La operación finalizó con el aseguramiento de 21 bienes inmuebles, 16 vehículos, 10 sociedades mercantiles, una embarcación y 65 cuentas bancarias a dos presuntos socios de un clan al que en varias fases de la operación Perseo les han ido desarticulando en medio de una interminable madeja que devela riquezas multimillonarias.
Vínculo financiero
Según investigaciones dadas a conocer por la Fiscalía, los detenidos tuvieron un vínculo financiero con el hijo del ex subcomisionado policial, Jorge Barralaga Rivera.
Los imputados eran propietarios de la sociedad Marino’s Pescadería,en la que Montse Paola Fraga, pareja del narcotraficante Wilter Blanco, compraba combustible.
Barralaga Rivera realizaba transacciones financieras con la empresa principalmente la compra de combustible que posteriormente se las entregaba a los camiones que poseía su padre, indican los investigadores.
Producto de las operaciones, tanto a José Arístides Flores Nájera como Waldina Lizzette Gavarrete Ortega tuvieron movimientos bancarios de cinco mil millones de lempiras en los años 2003-2017, de las cuales cuatro mil millones no han sido justificados según el análisis financiero y patrimonial.
La Unidad Fiscal de Apoyo al Proceso de Depuración Policial (UF-ADPOL), determinó que los productos financieros, bienes obtenidos e inversiones realizadas provienen de actividades ilícitas realizados con el potente clan.
Cabe recordar, que Montse Paola Fraga enfrenta un proceso judicial junto al ex subcomisionado Barralaga, mediante el cual el 26 de noviembre serán notificados de la resolución del juicio oral y público por parte del Tribunal de Sentencia.
Fraga manejó en sus cuentas bancarias 20 millones 606 mil 995 lempiras 62 centavos de las cuales recibió en transferencias por parte de Barralaga Rivera L. 21 millones 154 mil 255.
De los cuales pagó más de 18 millones a Marino’s Pescadería en compra de combustible.
Relación con Barralaga
Asimismo, la Fiscalía aseguró que José Arístides Flores Nájera fue sentenciado por tráfico de drogas en su grado de ejecución tentativa hace más de una década.
Recuperó su libertad condicional tras cumplir su condena en el centro penal de La Ceiba cuando el ex subcomisionado era el director del centro penitenciario.
En el caso del ex subcomisionado Barralaga, ha sido señalado por la Fiscalía por tener nexos con narcotraficantes cuando era jefe departamental de Copán.
Los antes antidrogas de la DLCN en sus investigacionbes lo relacionan con el cartel Valle Valle a través de Orlando Pinto y el exedil de El Paraíso, Alexander Ardón, la mayoría de ellos extraditados y con procesos en tribunales de los Estados Unidos.
Se indica en los reportes oficiales que proveyó seguridad al exedil en la inauguración del edificio municipal de El Paraíso sin autorización del alto mando, según informe del entonces director de la Policía Nacional, Juan Carlos “Tigre” Bonilla.
Por su parte, Orlando Pinto depositó más de 41 millones de lempiras en 90 depósitos bancarios al ex subcomisionado a través de su hija.
Barralaga Hernández amasó una fortuna de más de 280 millones de lempiras pero que no pudo justificar 109 millones 684 mil 237 lempiras con 14 centavos según vertido por los fiscales del Ministerio Público durante el juicio oral y público.
Los imputados movieron dinero a través del método “pitufeo”, es decir, pequeños movimientos bancarios con el objetivo de esconder su procedencia.