La defensora mexicana del pueblo dijo en un comunicado que «en 2007 se puede registrar la más alta cifra histórica si no se toman las medidas adecuadas, particularmente en los meses de julio, agosto y septiembre».
Aunque la CNDH no mencionó la cifra, autoridades y organizaciones gubernamentales señalan que entre 400 y 500 personas mueren cada año en su intento de cruzar hacia Estados Unidos desde territorio mexicano.
México y Estados Unidos comparten una frontera de 3.200 kilómetros, y por varios puntos los inmigrantes buscan cruzar la línea divisoria, que en algunas partes está marcada por el río Bravo y en otras por zonas desérticas.
En los últimos años, Estados Unidos ha construido muros en algunos tramos de la frontera y reforzado la vigilancia, lo que ha empujado a los inmigrantes a buscar puntos más aislados y peligrosos como el desierto entre el estado mexicano de Sonora y el estadounidense de Arizona.
Además existe en Washington un proyecto para reforzar o construir más muros en la línea divisoria para frenar el flujo de unos 500.000 inmigrantes indocumentados que intentan cada año llegar a Estados Unidos desde territorio mexicano.
La CNDH señaló en su comunicado que, de acuerdo con cifras oficiales, hasta junio de este año han muerto en la zona fronteriza 210 inmigrantes, aunque, dijo, organizaciones no gubernamentales calculan que la cifra puede ser superior a 275.
«Estos números revelan que el aumento de la vigilancia fronteriza establecida por Estados Unidos sigue empujando al flujo migratorio a zonas de cada vez mayor riesgo», dijo la CNDH.
Pero también dijo que del lado mexicano de la frontera se registran muertes de inmigrantes, por lo que hizo un llamamiento al Instituto Nacional de Migración de México para que fortalezca la presencia de los Grupos Beta de Atención a Migrantes en las zonas fronterizas.
Los Grupos Beta, integrados por personal no armado y capacitado para auxiliar a los emigrantes, rescataron a cerca de 2.000 indocumentados que se encontraban en peligro en las áreas fronterizas del norte y sur de México en el primer trimestre del año, según datos oficiales.
También la CNDH exhortó «a las personas que han considerado cruzar la frontera de Estados Unidos para que tomen en cuenta el riesgo que representan las altas temperaturas en la zona fronteriza.»
E hizo énfasis en que «en particular excluyan la posibilidad de llevar consigo a menores, a mujeres embarazadas o a toda persona que por sus condiciones de salud sea más vulnerable».