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El BPI prevé que América Latina crecerá 4,5 por ciento y que remesas caerán en Centromérica en 2008

Basilea (Suiza).- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) prevé que América Latina crecerá este año un 4,5 por ciento, con una tasa de inflación del 6,3 por ciento, y que deberá hacer frente a la desaceleración de EEUU. Además advierte un descenso de las remesas de los trabajadores en países de América Central y México.
 

En su 78 informe anual, en el que analiza la situación de la economía global desde el 1 de abril de 2007 hasta el 31 de marzo pasado, el BPI -que hoy celebra su Asamblea General Anual- dijo que Brasil crecerá este año un 4,8 por ciento con un aumento de los precios del 6,4 por ciento.

Al mismo tiempo, el crecimiento económico de México será en 2008 del 2,6 por ciento, con una tasa de inflación del 4,1 por ciento, según los pronósticos del BPI.

«Los últimos aumentos han situado la inflación por encima de los objetivos previstos para 2008», consideró la institución financiera internacional.

Ello se debe, sobre todo, a la subida de los precios de las materias primas por el crecimiento de la demanda, que no ha sido acomodada por incrementos de oferta.

Por ejemplo, el BPI recuerda que «los precios nominales en dólares del petróleo aumentaron un 47 por ciento en 2007 y un 29 por ciento adicional hasta principios de mayo de 2008».

Además, «la cotización de materias primas alimenticias como cereales y oleaginosas ha subido drásticamente desde mediados de 2006».

El BPI añade que actualmente el ciclo económico de las economías emergentes parece estar menos ligado al de EEUU que hace unos años, por ejemplo en 2001 cuando estalló la burbuja tecnológica.

«La experiencia de la ralentización estadounidense en 2001 sugiere que los riesgos bajistas para el crecimiento de las economías emergentes podrían ser sustanciales», afirmó el BPI.

Sin embargo, «la presente desaceleración parece asociarse, de momento, a un descenso mucho menor del crecimiento en las emergentes».

De hecho, el crecimiento de estas economías ha permanecido por encima de la media, mientras que el de EEUU se ha ralentizado.

Esto se debe al buen comportamiento de las exportaciones y al estímulo de la demanda interna para compensar el retroceso de las exportaciones.

El BPI considera que las previsiones de crecimiento para las economías emergentes en 2008 se mantienen firmes pero podrían tambalearse si se debilitan sus exportaciones por la ralentización económica de EEUU, se restringe su capacidad para impulsar la demanda interna y si se produce una reversión de los flujos de capital.

Las economías emergentes con elevados déficit por cuenta corriente y una alta proporción de deuda externa a corto plazo podrían toparse con dificultades para conseguir financiación externa si se endurecen aún más las condiciones para conceder créditos a nivel internacional.

Además, una ralentización de las economías industriales avanzadas también provocaría un descenso de las remesas de los trabajadores en países de América Central y México y podría aumentar así sus necesidades de financiación exterior con respecto a los últimos años cuando las circunstancias eran holgadas.

El BPI, que fue fundado el 17 de mayo de 1930, fomenta la cooperación monetaria y financiera internacional y actúa como banco para los bancos centrales que son sus clientes.

A la asamblea acudieron los gobernadores u otros representantes de los 55 bancos centrales con derecho a voto que integran el BPI, que es la institución financiera internacional más antigua del mundo.

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