El árabe sucederá al español como lengua invitada del prestigioso Festival de Aviñón

París – El árabe será la lengua invitada de honor en la próxima edición del Festival de Aviñón, el más grande y célebre del mundo del teatro junto al que se celebra en Edimburgo (Irlanda), con lo que sucederá al español como idioma destacado.

En una rueda de prensa a siete días de clausurar la edición 78º, que fue inaugurada el pasado 29 de junio, el director del festival, el dramaturgo portugués Tiago Rodrigues, explicó que el evento teatral aviñonés ve el mundo conectado y organizado “por lenguas” y no por muros o fronteras.

En ese espíritu, el próximo idioma invitado es una lengua que históricamente ha sido un “puente” entre culturas, dijo, y que acudirá a Aviñón, al igual que este año el español, con su riqueza, su patrimonio, su historia y también sus contradicciones.

“Lo que habéis decidido es enorme”, celebró el exministro de Cultura francés y actual presidente del Instituto del Mundo Árabe de París, Jack Lang, quien estuvo presente este lunes en la conferencia de prensa ya que su institución colaborará con el festival para preparar la próxima edición.

Lang, de 84 años, subrayó que el árabe es una lengua “extraordinariamente rica”, hablada tanto por musulmanes, como por judíos y cristianos, y que es un idioma “de cultura, de saber, de transmisión”.

Además, con una edición 2024 muy influenciada por la política debido a la coincidencia del inicio con la inesperada convocatoria de elecciones legislativas en Francia, el antiguo ministro de François Mitterrand destacó que, “contrariamente a lo que piensan los personajes que combatimos, la lengua árabe pertenece a nuestra cultura”.

Fue una referencia velada a la extrema derecha, que precisamente partía como favorita en las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio, pero que finalmente quedó relegada a la condición de tercera fuerza en la Asamblea Nacional, según el número de escaños.

En ese contexto, el festival aviñonés se posicionó con rotundidad contra a la ultraderecha de Marine Le Pen e incluso organizó una vigilia reivindicativa el 4 de julio, en la que participaron numerosos artistas y compañías teatrales, así como organizaciones civiles.

“La cultura y las artes tienen el derecho de expresarse como cualquier otro sector”, resaltó Rodrigues, quien defendió el certamen que dirige como un evento democrático, republicano y progresista, pero también ecologista, feminista y antirracista.

Rodrigues aseguró que pese a la incertidumbre política reinante en Francia, esta edición del festival se desarrolló en una “atmósfera feliz y combativa”.

En ella, las producciones salidas de países hispanoparlantes -con especial relevancia de España y Argentina- supusieron un tercio de la programación, que también contó con otras actividades en torno a la lengua de Cervantes como charlas y lecturas con participación de escritores como Paul B. Preciado o Enrique Vila-Matas.

La encargada de abrir el evento fue una habitual del festival, la artista española Angélica Liddell, mientras que la función de apertura del próximo año ya ha sido encargada a la coreógrafa caboverdiana Marlene Monteiro Freitas.

La edición 78º del gran festival de la ciudad papal culminará el domingo también en español, con un “concierto inolvidable”, según Rodrigues, de la española Silvia Pérez Cruz. EFE

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