Texas es el principal productor con el 35 % del suministro, seguido por Dakota del Norte con un 12 %, California y Alaska en tercer lugar con un 7 %, respectivamente, y Oklahoma con un 4 %.
Por su parte, las plataformas petrolíferas mar adentro del Golfo de México generaron un 17 % del suministro total.
Esto significa que solo estas seis regiones fueron el origen del 80 % del petróleo producido en EE.UU., o el equivalente a 6 millones de barriles al día en 2013.
Gran parte de esta concentración corresponde al «boom» generado en el país por el petróleo no convencional extraído a través de la técnica conocida como fracturación hidráulica o «fracking».
Desde 2010, la producción de este tipo de petróleo se disparó un 177 % en Dakota del Norte, por el campo conocido como Bakken, y un 119 % en Texas, por el campo Eagle Ford.
La producción total de crudo en EE.UU. creció un 15 % en 2013, hasta los 7,4 millones de barriles diarios.
Como consecuencia de este aumento, la producción doméstica de crudo sobrepasó a las importaciones por primera vez en los últimos 20 años.