Miami, (EEUU) – La comunidad latina de Estados Unidos se enfrenta a un serio dilema: dejar de consumir sus tradicionales frijoles de la marca “Goya” para unirse a un boicot contra estos productos por el ferviente apoyo de sus fabricantes al presidente Donald Trump.
O ignorar el boicot y seguir consumiéndolos. Ya sea por estar a favor de Trump o por importarle un pepino la política.
Y encima, tanto el presidente como su hija y asesora, Ivanka Trump, han posado para fotos con productos Goya para promocionarlos, en una aparente violación del reglamento ético para cargos gubernamentales.
Un camión de productos Goya. (Foto Telemundo-52).
Esta rocambolesca historia comenzó hace poco durante una ceremonia en la “Rose Garden” de la Casa Blanca, presidida por Trump, en honor de la comunidad hispana.
Robert Unanue, presidente de “Goya Food”, la mayor empresa fabricante de productos alimenticios hispanos en Estados Unidos, fundada por su abuelo, un inmigrante español en 1936, dijo lo siguiente, dirigiéndose a Trump:
“Estamos bendecidos por tener un líder como Donald Trump, que es un increíble constructor y rezamos por nuestro presidente y nuestro país, para que sigamos prosperando y creciendo”.
El presidente de «Goya Foods», Robert Unanue, elógia efusivamente al presidente Trump en los jardines de la Casa Blanca. Esas palabras provocaron en la comunidad hispana un boicot a los productos alimenticios latinos de su empresa.(Youtube).
Esas palabras sumamente elogiosas a Trump provocaron de inmediato un repudio de varios líderes hispanos. La congresista demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, pidió un boicot nacional a los productos Goya y otros líderes hispanos pusieron video en las redes sociales tirando a la basura latas de esa marca de comida.
No se sabe aún qué efecto ha tenido este boicot en la venta de la gran variedad de productos que fabrica Goya, que generalmente se encuentran en los supermercados latinos. Ya sean frijoles negros (judías en España), garbanzos, mojo, adobe, arroz, sardinas, aceite de cocina, especies y mermelada de guayaba, entre otros.
Ante las protestas, Unanue, no se retractó y reclamó su derecho de expresión. En una entrevista en la cadena “Fox”, la famosa presentadora conservadora Laura Ingraham, le preguntó si iba a pedir disculpas por esas palabras de apoyo a Trump, y este contestó firme:
“Hell no, hell no” (en español, algo así como “desde luego que no”).
Robert Unanue, en una a entrevista en la cadena FOX, se defiende de las críticas y afirma que ejerce su derecho de expresión. Y que no tiene que pedir disculpas. (FOX News).
Y ante el acoso mediático y las críticas que recibía Unanue, la familia Trump salió en su defensa:
Ivanka Trump publicó una foto sosteniendo una lata de frijoles negros Goya y un texto en inglés y español:
“Its Goya, has to be Good”. “Si es Goya, tiene que ser bueno”, imitando el “slogan” de la marca.
Ivanka Trump, hija y asesora del presidente, promocionando los frijoles negros de Goya. Esta foto fue ridiculizada en las redes sociales.. (Foto cortesía Ivanka Trump).
Pero faltaba por venir lo más fuerte. El propio Trump y en un claro apoyo al asediado presidente de la empresa, se dejó fotografiar en su histórico escritorio (de 1880) de la Oficina Oval de la Casa Blanca con cinco productos Goya y dando con sus dedos gordos su aprobación: una bolsa de frijoles colorados, un bote de Mole, una lata de alubias blancas, una de leche de coco y un paquete de galletas Wafle de chocolate.
“La izquierda radical ha iniciado una campaña para denigrar a Goya que se les ha vuelto en contra suya…la gente anda como loca comprando sus productos”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Y comenzó entonces una enorme controversia en la prensa y en la televisión.
Chris Cuomo, el presentador estrella de la cadena CNN, le reprochó a Trump que en medio de una crisis de pandemia se dedique a promocionar unos productos comerciales y cuestionó sus prioridades.
Las fotos de Trump y su hija Ivanka, así como sus “Twitter” de apoyo a los productos Goya, provocaron cuestionamientos en los medios si violaba o no las reglas éticas federales que prohíben a los funcionarios de un gobierno promocionar servicios o productos comerciales, en perjuicio de sus competidores.
“Ha sido claramente una violación del reglamento ético federal”, dijo Walter Schaub, ex director de la Oficina de Ética Gubernamental.
La Casa Blanca salió en defensa de Ia hija del presidente: “Ivanka tiene todo el derecho de expresar su apoyo personal”, comentó Carolina Hurley, de la Oficina de Comunicaciones.
La campaña del candidato presidencial demócrata, Joe Biden, ha calificado el gesto de Trump hacia Goya como “un acto desesperado de un presidente altamente impopular entre los latinos”.
La empresa “Goya Food” es ya una potencia empresarial y puede aguantar un boicot por varias semanas. La sede de Goya está en el estado de New Jersey y tiene plantas de producción o centro de distribución regional en Georgia, Texas y California. Y en el extranjero, en Puerto Rico, la República Dominicana y en Sevilla (España), en la elaboración de aceite de oliva.
Su fundador, Prudencio Unanue (1880-1976), compró por un dólar, en los años treinta, el derecho del nombre Goya a un importador marroquí de sardinas, que lo usaba. Unanue reconoció después que era un fanático de los cuadros del legendario pintor español Francisco Goya (1746-1828) y que, además, “era corto y sonaba bien”.
Robert y Peter Unanue, Presidente y Vice-Presidente de «Goya Foods » y nietos del fundador de la empresa, el español Prudencio Unanue, desvelan una escultura en su honor, en la sede principal en Jersey City, New Jersey.(Foto Hudson Reporter.com).
