Washington.- El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que impedirá otorgar el asilo a los inmigrantes que no lo soliciten antes en un «tercer país seguro», en un nuevo intento de reducir el flujo migratorio en la frontera con México, procedente principalmente de Centroamérica.
«Un extranjero que entre o intente entrar en EEUU a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EE.UU. no es apto para asilo», señaló la nueva orden publicada en el Registro Federal y que entrará en vigor este martes.
La normativa fue presentada por el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional.
La orden se da a conocer el mismo día en el que estaba previsto que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, se reuniera con su colega estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca entre rumores acerca de la posibilidad de que firmara un acuerdo para convertir a Guatemala en tercer país seguro para los migrantes que buscan el asilo en EE.UU.
Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala otorgó la noche del domingo un amparo provisional para que Guatemala no sea convertida en un tercer país seguro para migrantes.
En un comunicado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, defendió que esta medida rebajará en última instancia las «abrumadoras cargas» sobre el sistema nacional «causadas por los solicitantes de asilo que no buscan protección urgente en el primer país disponible, migrantes económicos que carecen de un miedo legítimo a ser perseguidos».
La legislación estadounidense permite a los solicitantes de asilo hacerlo al llegar a la frontera sin tener en cuenta su ruta, pero cuenta con una excepción para aquellos que lo hacen a través un tercer país considerado «seguro».
En la actualidad, sin embargo, EE.UU. solo cuenta con un acuerdo específico al respecto en el que reconoce como «tercer país seguro» a Canadá.
Trump, quien llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 con la promesa de una política de mano dura en materia migratoria, ha declarado una emergencia nacional por la «crisis humanitaria» que, a su juicio, se vive en la frontera con México y ha acusado a los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) de no hacer lo suficiente para frenar el flujo migratorio.
Hace unas semanas, alcanzó un acuerdo con el Gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que reforzarse su frontera sur con Guatemala y acogiese a solicitantes de asilo en EE.UU. en proceso de espera.
El Gobierno de Guatemala informó el domingo que la reunión que estaba prevista para este lunes en la Casa Blanca entre Jimmy Morales y sería reprogramada.