Miami (EEUU) – Tras una semana del anuncio de los primeros casos autóctonos del zika en el país, comenzaron hoy las fumigaciones aéreas para controlar su expansión en un área de Miami (EEUU) donde se ha producido la mayoría de los 15 casos locales registrados hasta ahora, y cuyo número permanece invariable.
La aspersión busca combatir el foco del virus ubicado en una milla cuadrada, en un área al norte del centro de Miami, donde se presentaron los primeros casos de zika trasmitidos localmente en el país.
El Gobierno de Florida redujo hoy diez cuadras la extensión de esa área de riesgo de transmisión de zika en Miami, cuyo foco está en los barrios residenciales, industriales y comerciales de Wynwood y Edgewater.
Según el Departamento de Salud de Florida (DOH) los casos de trasmisión local de zika en esa área no han aumentado desde el martes pasado.
«A pesar de que esta es una buena noticia, todavía estamos en una agresiva fumigación de los mosquitos y con pruebas a los residentes», señaló el gobernador.
«Tengo la esperanza de que seremos capaces de continuar despejando otras áreas en esa milla cuadrada mientras las pruebas continúan», agregó.
Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) seguirán vigilando toda la zona.
El director de los CDC, Tom Frieden, dijo hoy en Miami que la fumigación aérea es una «medida importante» para controlar al mosquito Aedes aegypti, que transmite el zika.
Precisó que esta comenzó tan pronto se presentaron en la mañana las condiciones meteorológicas para hacerlo en el área afectada, después de dos días de suspensiones debido a la lluvia y el viento.
El alcalde del condado Miami-Dade, Carlos Giménez, detalló que las fumigaciones son con un «ultra bajo volumen» del pesticida Naled, el cual, señaló, está aprobado por las autoridades ambientales de Florida y Estados Unidos.
Este pesticida, recomendado por los CDC, sin embargo fue rechazado en días pasados por el Gobierno de Puerto Rico, que prefiere utilizar BTI, «un químico que no es nocivo», para detener el zika.
Frente a estas preocupaciones, las autoridades de control de mosquitos del condado Miami-Dade, aseguraron que Naled, utilizado en cantidades pequeñas, «no representa un riesgo para la salud de las personas o los animales domésticos».
«La cantidad real de rociado de insecticidas es muy minúscula, aproximadamente una onza, o dos cucharadas, para un área aproximadamente del tamaño de un campo de fútbol», agregaron.
Por otro lado, Frieden, dijo hoy en Miami que por ahora no hay riesgo de expansión del virus del Zika fuera de la llamada «zona cero».
«No hay ninguna información que sugiera que hay riesgo en cualquier otro lugar en Miami fuera de esta área de una milla» cuadrada, dijo Frieden.
«De hecho, el área que nos preocupa es de 500 pies cuadrados (unos 46,5 metros cuadrados), justo en el medio de la zona afectada», precisó.
Entre tanto, el gobernador Scott insistió hoy en la urgencia de recursos adicionales para atender la emergencia, especialmente para destinarlos a mujeres embarazadas.
Scott, quien visitó hoy Wynwood y Edgewater, aseguró que están solicitando unas 10.000 pruebas para la prevención de zika para mujeres embarazadas.
Por su parte, los centros médicos, especialmente los consultorios ginecológicos, han informado del creciente número de embarazadas o aquellas con planes de concebir preocupadas por el virus del zika y en búsqueda de alternativas para hacerse las pruebas a través de sus seguros médicos.
El doctor Jason James, jefe de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Baptist, recomendó a las embarazadas seguir las directrices de los CDC y no viajar a zona «donde el zika está activo».
Frieden solicitó a las embarazadas extremar las medidas de precaución y, en lo posible, permanecer en sitios cerrados con aire acondicionado para no correr el riesgo de contagiarse con este virus que puede causar microcefalia y enfermedades neurológicas a los fetos.
Reiteró a las embarazadas que mejor no visiten la zona del foco infeccioso en Miami y señaló que es su deber informar de los riesgos, pese a los temores de las autoridades locales de que afecte el turismo en la zona, conocida especialmente por su murales artísticos.
El director de los CDC enfatizó también en la necesidad de remover agua estancada, usar repelente y prendas de manga larga.
En principio, las fumigaciones aéreas podrían durar unas cuatro semanas, según el alcalde Giménez, y se combinarán con la fumigación sobre el terreno que ya se realiza desde hace semanas.
Giménez dirige desde el pasado martes el equipo de control de mosquitos del condado, centrado en el empleo de larvicidas y la fumigación aérea extendida a una área de unas 10 millas cuadradas (26 kilómetros cuadrados).