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EE UU teme que un colapso venezolano provoque otro “Mariel” cubano

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Tegucigalpa/Washington – A medida se agudiza la crisis económica y financiera de Venezuela, las alarmas comienzan a dispararse en los centros de poder político, militar y financiero de Estados Unidos por el efecto dominó que tendría en algunos de sus aliados más cercanos y las consecuencias migratorias que provocaría el colapso en Cuba y Haití principalmente.
 

Pero también afectaría a Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, Nicaragua y otras naciones del Caribe.

Por ello los expertos señalan que los gobiernos latinoamericanos de tendencia izquierdista se han llamado al silencio en cuanto a la represión emprendida por el gobierno de Nicolás Maduro contra las protestas estudiantiles, a las cuales se sumaron pobladores y partidos opositores.

Y es que Cuba y Haití son las naciones que más dependen de la asistencia económica y financiera de Caracas, representadas en las entregas de petróleo con financiamientos preferenciales, de acuerdo al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general John Kelly.

En una intervención del general Kelly ante el Congreso estadounidense manifestó su preocupación que un cese del petróleo venezolano hacia Cuba pueda provocar otro “Mariel” en referencia a la masiva emigración de cubanos hacia Miami en 1980, luego de una crisis ocurrida en la isla.

El alto oficial está a cargo de las operaciones militares y de seguridad de Estados Unidos desde Centroamérica hasta Sudamérica y el Caribe, de ahí sus evaluaciones sobre la situación de Latinoamérica.

“Cuando la economía comienza a deteriorarse, los inmigrantes comienzan a moverse hacia el norte”, afirmó el oficial estadounidense de mayor rango para Latinoamérica ante un grupo de legisladores que integran la comisión de asuntos militares.

Indicó que Cuba recibe los combustibles de Venezuela casi regalado, ya que además de tener financiamiento preferencial, los pagos son a veces en servicios y productos. En el caso cubano, el pago se computa con el envío de decenas de miles de médicos, entrenadores deportivos y oficiales militares que asesoran a las fuerzas armadas venezolanas.

El desaparecido mandatario venezolano Hugo Chávez implementó el programa Petrocaribe mediante el cual concede petróleo o derivados del mismo de parte de Caracas a varias naciones del Caribe, Centroamérica y Sudamérica con financiamiento especial.

Durante la administración del presidente Manuel Zelaya, Honduras se adhirió a dicha iniciativa, pero tras la salida del poder del mismo, Chávez bloqueó la entrega de combustibles bajo el esquema de Petrocaribe.

Sostenibilidad

Pero tras la crisis financiera e incluso de producción petrolera, en Venezuela los altos funcionarios comienzan a admitir públicamente que no consideran posible la sostenibilidad del programa a largo plazo, ya que el país tiene una severa crisis de acceso a dólares, además que la producción ha declinado en los últimos años.

Y Venezuela ha comprometido casi la mitad de su producción petrolera como pagos a créditos otorgados por China y Rusia, además debe destinar otra parte para Estados Unidos, desde donde recibe la mayor parte de las divisas líquidas y efectivas.

El jerarca militar estadounidense dijo que los funcionarios venezolanos “ya están hablando sobre tal vez no poder mantener” el flujo de petróleo hacia Cuba y otros países aliados.

Agencia financiera degrada nota cubana

Pero no solo son los estrategas militares que temen un colapso venezolano y con ello sus consecuencias en Cuba, Haití y otras naciones, sino que se sumaron los especialistas financieros de las agencias de calificación de riesgo.

Recientemente la agencia Moody´s degradó la calificación financiera de Cuba de “Caa1” a “Caa2” a raíz de su extrema dependencia de Venezuela, lo cual hace vulnerable su economía a shocks externos.

«Debido a la creciente insostenibilidad macroeconómica en Venezuela, y el elevado riesgo de un colapso económico y financiero, el futuro de este acuerdo es incierto, lo cual deja vulnerable a Cuba ante un fuerte ajuste de costos de importación de energía», explicó en un boletín la agencia calificadora de riesgo de la deuda soberana de países.

Venezuela enfrenta severos desabastecimientos, una inflación de casi el 60 por ciento, existen cuatro tasas de cambio en relación al dólar estadounidense y constantes devaluaciones, lo que hacen que su economía este al borde de una parálisis.

Depende de importaciones de más del 60 por ciento para alimentar a su población, así como satisfacer otras demandas de bienes y servicios.

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