Tegucigalpa/Washington (Especial Proceso Digital) – Estados Unidos volvió a usar su látigo para castigar a altos operadores de la ley de El Salvador y Guatemala con el intento de corregir las conductas que considera equivocadas de estos funcionarios centroamericanos.
-Washington publicó una nueva batería de medidas contra funcionarios de El Salvador y Guatemala por corrupción y antidemocráticos.
– Honduras no es interlocutor válido porque políticos de tres fuertes partidos han salido vinculados al narcotráfico: Julieta Castellanos.
-En Nicaragua, la preocupación debe centrarse a que Daniel Ortega no reacciona con ninguna medida que tome la comunidad internacional para instarlo a respetar la democracia.
Washington considera preocupante la situación de corrupción y la democracia en los países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), así como el autoritarismo del presidente Daniel Ortega en Nicaragua.
Pero el arsenal diplomático para hacer frente a estas situaciones, que en el gobierno estadounidense consideran como causales de las corrientes migratorias a Estados Unidos, parecen ser insuficientes, ya que los dirigentes centroamericanos no se inmutan ante los anuncios de sanciones.
Estados Unidos incluyó en su lista Engel a los cinco magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de El Salvador, a la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, y al secretario general del Ministerio Público de dicho país, Ángel Pineda.
La sanción fue anunciada por el propio secretario de Estado norteamericana, Antony Blinken, en su cuenta de Twitter y una declaración colgada en el portal de dicha secretaría.
Parece que las suspensiones de visa para los funcionarios corruptos o antidemocráticos, así como impedirles a que no utilicen el sistema financiero norteamericano ya no parece provocarles temor.
Igualmente, varios expertos regionales e internacionales critican que las medidas de Washington son insuficientes para redirigir a los gobiernos latinoamericanos a la senda del respeto a la democracia y a que abandonen las tendencias autoritarias.
Mientras analistas hondureños señalaron que el mensaje y las sanciones de Washington pronto llegarán a Honduras, por lo cual los políticos nacionales deben entenderlo y aprovechar el mismo.
Ortega-Murillo sin oposición
Ortega y Murillo arrestaron y encarcelaron a casi todos los precandidatos presidenciales, igualmente hicieron con la disidencia sandinista y han cerrado e intervenido medios de prensa independientes.
Únicamente están autorizados a presentarse como contendientes de Ortega y Murillo los siguientes aspirantes: Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), Guillermo Osorno Molina (presidente) y Violeta Martínez (vicepresidenta), Partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Marcelo Montiel Fernández (presidente) y Jennyfer Espinoza Blen (vicepresidenta), Partido Alianza por la República (APRE), Gerson Gutiérrez (presidente) y Claudia Romero Cuadra (vicepresidenta), y el Partido Liberal Independiente (PLI), Mauricio Vásquez (presidente) y Zobeyda Rodríguez Díaz (vicepresidenta).
Pero la oposición perseguida considera que estas cuatro formaciones y sus candidatos no son la auténtica alternativa al matrimonio Ortega-Murillo.
Bukele y su desafío
Por su lado el presidente salvadoreño Nayib Bukele ha concentrado todos los poderes en su país. Su carrera ya visible inicio en mayo y sem mantiene inalterable. Primero quitó de su cargo, bajo procedimientos fuera de la ley a los magistrados de la Sala Constitucional, colocó en su lugar a quines casi de inmediato le habilitaron para presentarse a un segundo mandato de forma continua, algo prohibido por la actual Constitución.
Igualmente se hizo con el Ministerio Público al destituir al legítimo y nombrar uno que es leal al mandatario.
Pero el mandatario salvadoreño y su partido Nuevas Ideas lograron que la asamblea que controlan aprobará una ley que permite la destitución de los jueces mayores de 60 años, todos designados en momentos en que los partidos opositores Arena y FMLN gobernaban el país.
Con ello el nuevo estamento salvadoreño logrará colocar jueces en las instancias menores del poder judicial, claves en la resolución de juicios, demandas y otros relacionados al mundo jurídico.
Todas las acciones han sido protestadas por el gobierno estadounidense, pero las mismas no han sido tomadas en cuenta por el gobierno salvadoreño.
Además, Bukele muestra un recelo con Washington y su simpatía se dirige hacia China, donde las relaciones con Pekín parecen ser más amigables.
El liderazgo chino se caracteriza por no inmiscuirse en temas de derechos humanos, lucha anticorrupción, transparencia y otros, que son los favoritos de Estados Unidos y la Unión Europea.
Políticos hondureños deben entender el mensaje y sacarle provecho: Lester Ramírez
La designación de los altos jueces salvadoreños y de la fiscal general guatemalteca como antidemocráticos y corruptos por la administración Biden reflejan dos líneas de interpretación, una de ellas muestra que Estados Unidos siente que tiene que hacer algo fuerte, contundente en la región, diezmada por el autoritarismo, la pobreza creciente y la corrupción, dijo Lester Ramírez, director de Transparencia y Gobernanza de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).
Ramírez reflexionó sobre la determinación del Departamento de Estado que deja sin visas para ingresar a los EE.UU. a los altos funcionarios, en una especie de señalamiento público o sanción moral, e indicó que Washington mira que hay países que cada vez toman el lado de mayor autoritarismo lo que los lleva a mayor corrupción, desigualdad, concentración de la pobreza y eso impacta en el tema migratorio que tanto les preocupa.
Adicionó que a la creciente emigración que se genera desde el istmo hacía en norte del continente se suma el éxodo de haitianos que tocan las puertas de los EE. UU. desde la frontera sur, en una fase que agudiza la problemática.
Ramírez es del criterio que estos mensajes deben incidir en los políticos y aspirantes al poder en Honduras, especialmente previo al proceso electoral general.
Es positivo ver que estas determinaciones tocan a los tomadores de decisiones de Guatemala y El Salvador y pueden mandar un mensaje claro a futuros líderes de Honduras, señaló.
Los políticos y líderes hondureños deben ver lo ocurrido con los jueces y la fiscal general de El Salvador y Guatemala como un mensaje que es importante asimilar, reiteró.
El director de Transparencia de ASJ es del criterio que el país está en una posición de ventaja que puede servir para que los políticos locales pongan las bardas en remojo, vean realmente cuales son los compromisos anticorrupción que se pueden establecer y convertirlos en tópicos a discutir en los planes de gobierno e igual en los debates.
Seguidamente lamentó que poco se conoce de los planes de gobierno de los candidatos e igualmente, dijo que, se percibe un desinterés en realizar los debates entre presidenciables que enriquezcan las propuestas y el conocimiento ciudadano.
Exhortó a los que buscan gobernar Honduras a partir del gobierno que deberá asumir a finales de enero del 2022, a hacer las cosas con transparencia, enmarcadas en la ley y la democracia, para lograr beneficios para el país y su población.
Debilitamiento democrático y preámbulo para Honduras
Para el analista político Raúl Pineda Alvarado, las sanciones de EE. UU. a funcionarios de la región, deben verse como un preámbulo de lo que puede pasar en Honduras, ya que en Guatemala tiene que ver con la destitución del fiscal anticorrupción y en El Salvador con la reelección presidencial “eso indica que CA es un punto geográfico de su interés”, dijo.
Es una especie de voz preventiva para operadores judiciales implicados en la judicialización de la política, hay que verlo con un hecho consumado pues EE. UU. no está viendo para otro lado disimulando las anomalías que se cometen en Triángulo Norte de Centroamérica, esto es producto del descrédito y debilitamiento del modelo democrático en Latinoamérica.
Desde la óptica de Pineda, no tiene que ver con gobiernos dictatoriales porque ahora hay gobiernos que surgen de procesos electorales, pero los mismos son manipulados y gozan de falsa legitimación porque su núcleo duro no es más que una minoría manipulando a las mayorías, entonces que haya elecciones no quiere decir que hay democracia.
EE.UU ve como el autoritarismo y la corrupción repercuten en la alta migración
La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Julieta Castellanos, es del criterio que los Estados Unidos está viendo como la corrupción y el autoritarismo en cuatro países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras) repercuten en lo que para ellos es ellos es principal problema: la migración que desde esta franja continental rebasa sus fronteras.
Detalló que tanto el caso de los magistrados salvadoreños como el de la fiscal general de Guatemala, están ligados a proceso democráticos involutivos y a prácticas que premian la corrupción y paralizan las acciones para acabar con la impunidad.
“Estados Unidos tiene grandes problemas en Centroamérica”, sentenció la también sociología Castellanos, al detallar que la corrupción genera mayor pobreza, desigualdad e injusticia y, por lo tanto, todo ello repercute en las caravanas y los éxodos de ciudadanos que buscan oportunidades y hasta salvar sus vidas en los Estados Unidos a través de proceso migratorios irregulares.
Guatemala
Guatemala refleja cómo se han paralizado las investigaciones que tocan a las élites políticas y empresariales, desde la salida de la Cicig y al término del periodo de la fiscal Thelma Aldana, en un país donde la oligarquía es muy poderosa, razonó Castellanos.
El Salvador
Respecto a El Salvador, la sociología resaltó el debilitamiento institucional en la búsqueda de erigir al presidente Nayib Bukele como una figura única, concentradora de todos los poderes.
El quiere parecer un millenials y venderse como muy moderno, pero es un joven con todos los vicios del pasado, chapado al más auténtico autoritarismo, es dictatorial, indicó Julieta Castellanos.
Nicaragua
Al referirse a Nicaragua, dijo que en ese país la situación en tremendamente antidemocrática y calificó al régimen de Daniel Ortega como dictatorial ya que cualquiera que piense diferente al gobierno es apresado y su vida peligra, en tanto las libertades, especialmente la de expresión se han vuelto inexistentes.
Dijo que lo más grave es que al presidente de Nicaragua no hay ninguna sanción de la comunidad internacional que le haga reflexionar o lo atemorice y mucho menos le haga retroceder en su modelo de gobernar.
Honduras
En torno a Honduras, la exrectora Castellanos recordó las acciones que han contribuido al debilitamiento institucional y ejemplificó como la salida de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción (MACCIH), sirvió para favorecer la impunidad, – luego, dijo, – la aprobación de un Código Penal que blinda a los corruptos.
Externo que otro punto negro en el récord hondureño es el involucramiento de sectores del poder político y estatal en el narcotráfico y que marcan a actores de los tres partidos políticos fuertes. Muchos de ellos ya han sido condenados y otros afrontan juicios en tribunales estadounidenses, recordó la académica al tiempo de decir que ninguno de los curatos países puede considerarse un interlocutor válido para Washington. (PD)
