Londres – Un par de pistolas de la colección privada del príncipe Augusto Federico, el primer duque de Sussex (1773-1843), fabricadas por el armero real del rey de España Carlos IV a finales del siglo XVIII, se subastaron este martes en el Reino Unido por 22,680 libras (26,917 euros).
Las dos pistolas españolas de cerrojo convertible ‘Madrid’ de calibre 22 datan de alrededor de 1795, partían de un valor estimado de entre 20,000 y 30,000 libras esterlinas (entre 23,736 y 35,604 euros) y fueron adquiridas por un «comprador británico», según confirmó a EFE la casa de subastas Wooley & Wallis.
«Este par único de pistolas tiene una historia fascinante y representa la cumbre del arte armero. Nos complace haberlas entregado a su próximo y orgulloso propietario», agregó a EFE el especialista en armería de Wooley & Wallis, Ned Cowell.
Las armas se cree que fueron un encargo de un miembro de la aristocracia española como un obsequio diplomático para el príncipe Augusto Federico, sexto hijo del rey Jorge III de Inglaterra, con la intención de destacar la importante relación entre las dos casas reales.
Durante su vida, el primer duque de Sussex acumuló una gran colección de armas que se ofrecieron a subasta tras su muerte, en 1843.
Las pistolas subastadas se encuentran en un estuche de caoba forrado de terciopelo con una placa ovalada de plata, con la inscripción en su tapa ‘Compradas en la subasta de Su Alteza Real el Duque de Sussex, 1845’.
El lote salió a la venta este martes en Salisbury (sur de Inglaterra) dentro de una puja específica de medallas, monedas y armería, junto a otras 300 piezas.
El par de pistolas ‘Madrid’ destacan por sus artesanales detalles geométricos y florales en oro fabricados por Francisco Targarona, que sirvió como armero principal de Carlos IV hasta el estallido de la Guerra de Independencia (1808-1814), en la que falleció.
Además, las dos pistolas se pueden ensamblar para crear una sola arma corta, muestra de por qué las creaciones de Targarona son tan codiciadas hoy en día.
Entre los detalles técnicos de las armas destacan su culata acanalada y su cerradura ‘Miquelet’, propia de los mejores artesanos madrileños de entre 1700 y 1800. EFE