Nueva York.- Andrew Barto y Richard Sutton, dos pioneros del aprendizaje por refuerzo -técnica que es clave para el entrenamiento de la inteligencia artificial (IA)-, fueron premiados este miércoles con el Premio Turing, conocido como el «Premio Nobel de la Computación».
El galardón, además, consiste en un pago de un millón de dólares, que Barto y Sutton se repartirán.
En una serie de artículos que comenzaron en la década de 1980, Barto y Sutton presentaron las bases matemáticas y desarrollaron algoritmos importantes para el aprendizaje por refuerzo, un método de aprendizaje automático que ahora entrena a los sistemas de IA para tomar decisiones optimizadas a través de «prueba y error».
Google es el encargado de patrocinar el premio y el vicepresidente sénior de la gigante tecnológica, Jeff Dean, describió en un comunicado esta técnica como «un eje del progreso en la IA en las últimas décadas».
«Las herramientas que desarrollaron siguen siendo un pilar central del auge de la IA y han generado avances importantes, atraído legiones de jóvenes investigadores e impulsado miles de millones de dólares en inversiones», indicó Dean.
El ejemplo más destacado de aprendizaje de refuerzo profundo fue la victoria del programa informático AlphaGo contra los mejores jugadores de go -juego de mesa de estrategia- en 2016 y 2017.
AlphaGo venció a Lee Sedol, el mejor jugador de go, gracias a que el sistema había jugado millones de partidas contra sí mismo, aprendiendo mediante prueba y error.
«Otro logro importante reciente ha sido el desarrollo del chatbot ChatGPT. ChatGPT es un modelo de lenguaje grande (LLM) entrenado en dos fases, la segunda de las cuales emplea una técnica llamada aprendizaje de refuerzo a partir de la retroalimentación humana (RLHF), para capturar las expectativas humanas», explicó en un comunicado la Asociación para la Maquinaria Computacional (AMC), organización encargada de dar el premio.
Los ganadores advierten sobre los peligros de la IA
Los ganadores del premio señalaron a The Financial Times los peligros de apresurar el lanzamiento de nuevos modelos de IA para el consumo público.
De acuerdo con Barto y Sutton las empresas de IA no están probando exhaustivamente los productos antes de lanzarlos, ya que se basan en «incentivos comerciales» en lugar de centrarse en el avance de la investigación en la IA.
«Ofrecer software a millones de personas sin garantías no es una buena práctica de ingeniería», dijo Barto al medio.
Con la popularidad de ChatGPT empezó una guerra entre grandes tecnológicas por hacerse con el dominio de esta vanguardista tecnología y han sido mucho los expertos que han hecho críticas similares, entre otros Yoshua Bengio y Geoffrey Hinton, dos de los «padrinos de la IA» que también han recibido el premio Turing. EFE
