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Nuevas leyes buscan la eficiencia e integridad policial

Tegucigalpa La aprobación de dos leyes de la Policía en el Poder Legislativo hondureño representan valiosos aportes al proceso de depuración que se sigue en ese cuerpo del orden, que en las últimas décadas estuvo marcada por colusión de sus agentes con actividades criminales, asesinatos, sicariato y múltiples ilícitos que sacudieron la vida pública de este país centroamericano.

– La Dirección de Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) se encargará que la institución nunca más vuelva a tener los problemas de colusión de sus miembros con el crimen.

– Las nuevas leyes permiten procedimientos más expeditos para actuar contra miembros de la carrera policial que comentan delitos.

El pasado 30 de mayo se aprobó en la cámara hondureña la Ley Orgánica de la Policía Nacional, en tanto el 16 de agosto pasó lo propio con la Ley de la Carrera Policial, ambas normas constituyen un fuerte espaldarazo al proceso de depuración iniciado en el cuerpo del orden.

Desde que comenzó la depuración policial -abril de 2016- se han evaluado más de 10 mil efectivos de diferentes niveles, de los cuales 4 mil 374 fueron cancelados por distintas causas.

De éstos 4 mil 374 oficiales, agentes y personal auxiliar, cancelados, 3 mil 016 fueron por reestructuración, 425 por justa causa, 27 por cumplimiento de período de disponibilidad, 855 por retiro voluntario y 24 por discapacidad total y permanente, y 27 por muerte o retiro obligatorio.

Hasta la fecha, se han pagado más de 700 millones de lempiras por concepto de prestaciones laborales y derechos adquiridos, a altos oficiales, agentes de escala básica y personal auxiliar que han sido cancelados en los últimos 16 meses.

Tras la aprobación de ambos instrumentos jurídicos, una primordial tarea a corto plazo es la redacción y aprobación de los reglamentos derivados de las leyes, coinciden actores en materia de seguridad consultados por Proceso Digital.

Desde la perspectiva de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional la puesta en vigencia de esas dos importantes legislaciones es fundamental para fortalecer los diferentes organismos policiales, darle sostenibilidad a la nueva estructura organizacional de la entidad, propiciar una profunda transformación del Sistema de Seguridad Pública en Honduras y establecer el régimen disciplinario adecuado, formalizar procedimientos que privilegien los méritos y el buen desempeño a la hora de otorgar ascensos y realizar nombramientos, y respetar los derechos y exigir los derechos que le corresponden a los integrantes de la institución.

Ley Orgánica de la Policía

Para el caso, la Ley Orgánica de la Policía Nacional define el nuevo perfil de la institución y establece como transversal la filosofía comunitaria y el respeto irrestricto a los derechos humanos; asimismo, establece una nueva estructura que convierte el andamiaje organizacional de la Policía Nacional mucho más simple, articulado y menos oneroso.

Resulta novedoso en la nueva Ley Orgánica, el hecho que ahora esta normativa no solamente regula la Policía Nacional, sino que también contiene disposiciones referentes a la Secretaría de Seguridad.

También en la Ley Orgánica se ordena la estructura organizacional administrativa y funcional de la Secretaría de Seguridad, para lo cual se han articulado seis niveles (político, control, asesor, coordinador, auxiliar de apoyo y operativo), se mantienen los órganos consultivos del Consejo Nacional de Seguridad Interior (Conasin) y el Consejo de Seguridad Vial (CNSV). Del mismo modo, se establece una Dirección de Control de los Servicios Privados de Seguridad (DICSPS), a cargo de regular los servicios privados de seguridad; y una Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol).

Ente fundamental para que los agentes
no se coludan con el crimen organizado

Respecto a la Didadpol, que sustituirá a la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), la misma será una dependencia desconcentrada de la Secretaría de Seguridad, con autonomía técnica, administrativa y financiera, a cargo de investigar las faltas y delitos en que incurran los miembros de la Carrera Policial, para lo cual llevará a cabo todas las acciones y diligencias necesarias que acrediten la infracción cometida y la responsabilidad del miembro de la Carrera Policial investigado.

Las pruebas de confianza serán realizadas por la Superintendencia para la Aplicación de Pruebas de Confianza, como único ente especializado en esta materia. A través de un ente especializado solo para la investigación de los delitos y faltas y otro solo para la certificación se fortalecerá en dos vías la depuración Policial, es decir, mediante certificación de confiabilidad de los Policías y mediante un nuevo Sistema Disciplinario, con procesos justos y efectivos, superando así la gran debilidad de la actual DIECP que se centró únicamente en la certificación de pruebas de confianza, descuidando la parte investigativa.

Al director de la Didadpol lo nombrará el Presidente de la República por un período de cuatro años, el cual debe cumplir con una serie de requisitos de perfil para el cargo, entre ellos la aprobación de pruebas de confianza.

También, se deja un único ente asesor, denominado “Directorio Estratégico Policial”, el cual depende de la Dirección General de la Policía Nacional, y se integrará por el Director General, Subdirector General, Inspector General y los titulares de la Dirección de Recursos Humanos; Dirección de Inteligencia; Dirección de Planeamiento, Procedimientos Operativos y Mejora Continua; Dirección de Logística; y, Dirección de Asuntos Interinstitucionales y Comunitarios. Asimismo, el Directorio también podrá ser integrado por los titulares de las Direcciones Nacionales de Nivel Operativo en los casos que corresponda, para lo cual deberán ser convocados por el Director General. 

Igualmente, otro asunto relevante es el hecho que la Ley Orgánica de la Policía Nacional crea la Dirección de Control de los Servicios Privados de Seguridad y Otros Servicios Especiales, es el órgano técnico, administrativo y especializado de la Secretaría de Seguridad, responsable de autorizar, controlar, supervisar, evaluar, regular y capacitar los servicios relacionados a la seguridad de las personas, bienes, locales, eventos, transporte de personas y valores, armas entre otros; prestados por empresas privadas de seguridad legalmente autorizadas para la prestación de estos servicios. Esta actividad por su función, debe ser regulada mediante una Ley Especial.

Esta Dirección, tiene además la responsabilidad de establecer memorandos de entendimiento o alianzas estratégicas, a través de convenios y acuerdos con las Municipalidades, a fin de determinar mecanismos de selección, evaluación y capacitación de los agentes de la Policía.

Ley de la Carrera Policial

Entre tanto, la nueva de la Ley de la Carrera Policial, fortalece la profesionalización de los servicios policiales prestados a la ciudadanía; conceptualiza de forma clara las atribuciones y funciones propias de la función policial las cuales son de naturaleza indelegable.

Además, delimita las competencias dentro del sistema de gobernanza de la seguridad nacional; consolida un marco regulatorio que garantiza gestión eficiente con la finalidad de asegurar una carrera policial con procesos meritocráticos, requisitos profesionales y ético morales, con una visión de servicio comunitario y respeto a los derechos humanos.

De la misma manera, esta Ley define una institucionalidad de selección, ingreso y formación de la carrera policial, con sostenibilidad de procesos de evaluación de desempeño y de depuración permanente; desarrolla la institucionalidad del proceso disciplinario, con suficientes facultades sancionatorias y la definición de la autoridad y los requisitos de idoneidad para su desempeño, con evaluaciones periódicas y causas de su terminación y de deducción de responsabilidades en caso de incumplimiento.

Asimismo, establece como parte sustancial los requisitos para el logro de los objetivos de la profesionalización; define la protección del Estado en cuanto a la cobertura de los riesgos en el ejercicio de la función policial a través de la Ley Marco de Protección Social y del Régimen Indemnizatorio; y define claramente el desarrollo reglamentario de la Ley, así como de los otros instrumentos administrativos que permiten viabilizar la operatividad de la Ley.

Ahora los depuradores, tal cual se mencionó anteriormente colocan como primordial tarea de corto plazo la redacción y aprobación de los reglamentos derivados de las leyes aprobadas que muy pronto serán sancionadas por el Poder Ejecutivo.

Nueva Policía hondureña

El general retirado Luis Alonso Maldonado Galeas valoró que ambas normativas significan trascendental importancia en la vida institucional del país. “Tengo la expectativa que en poco tiempo tendremos una nueva Policía. Esperamos que se dé celeridad a la reglamentación de estas leyes, luego siguen ciertos procedimientos y normativas internas”, apostilló.

El exoficial de las Fuerzas Armadas subrayó que “el liderazgo policial también es clave en este proceso, que no depende de una situación que van a surgir al azar o porque tengan el grado superior correspondiente, en realidad el liderazgo es un proceso formativo de capacitación, profesionalización y actitudes”.

Mencionó que la voluntad política reflejada en el secretario de Seguridad para empujar este proceso de cambio en el cuerpo del orden público. “No se puede dejar solamente a los policías en sus capacidades internas sin tener el soporte financiero presupuestario para crear las condiciones de la nueva Policía”, apostilló.

Maldonado Galeas indicó que atrás quedan las pugnas entre generaciones en la Policía. “Ahora se trata de conjuntar los elementos más idóneos de distintas promociones en los años para poder seleccionar a quien ocupará la máxima posición al interior de la Policía Nacional: el general director y el grupo estratégico (cúpula).

Citó que la nueva Ley Orgánica de la Policía ya establece la organización y funciones de la Secretaría de Seguridad. En este caso -continuó- habría que deslindar la motivación política y pasar a una más profesional para el nombramiento del titular de Seguridad.

Puntualizó que los policías hondureños tienen un desafío: “méritos, competencia profesional, desempeño, ética y liderazgo. Tienen una realidad de una nueva ley y con ello la expectativa de la población, se requiere compatibilidad entre sociedad y policía”.   

Oportunidad de renovación

De su lado, la experta en criminología, Arabesca Sánchez, valoró la aprobación de una nueva Ley Orgánico en el cuerpo del orden, en vista que la anterior era obsoleta y había recibido un sinnúmero de reformas.

Especificó que “esa antigua Ley Orgánica estaba causando cierto conflicto cuando se hacían procesos de separación del personal que labora en Seguridad, había que buscar todos los decretos de reforma para verificar qué tipo de apartado se iba a aplicar a los policías separados”.

Valoró que la que aprobó el Congreso es una ley totalmente renovada. “Para hacer justicia hay que decir que esta ley comenzó su elaboración con la desaparecida Comisión de Reforma a la Seguridad Pública (CRSP), que integró Matías Funes, Omar Casco y Víctor Meza. Ellos hicieron un proceso de consulta alrededor de un año a fuente multisectoriales y ahí tuvimos la oportunidad de revisar ese primer proyecto. Con el tiempo se fue modificando con los elementos de la Comisión de Depuración, Sociedad Civil, ASJ, bancadas de partidos políticos”, reforzó.

La Policía hondureña estaba con una ley “tan en desacuerdo” con la realidad del país, dijo Sánchez para luego agregar que “el nuevo marco jurídico le dará la oportunidad a la institución a renovarse, levantarse, dignificarse, pero también le dará la opción a la sociedad de tener esa Policía que se merece”.

Sánchez enumeró que se produjo una convulsión interna por el proceso de depuración en la Policía en la parte administrativa, financiera, reestructura institucional y separaciones de cuatro mil miembros.

Para la criminóloga la actual Policía se plantea el reto de fortalecimiento y dignificación, aunque primero debe sortear con éxito el proceso de depuración que comenzó en abril de 2016.

Criticó que en este apartado de la depuración hay una gran deuda que es la persecución penal de oficiales que cometieron ilícitos desde lo interno del cuerpo del orden.

“El hecho que la Secretaría de Seguridad tenga cuatro nuevas subdirecciones, cada una con roles claros: servicios policiales, servicios de prevención, servicios de derechos humanos y una de asuntos internacionales, generan expectativas en la población”, desglosó.

También valoró que es urgente la reglamentación de ambas normativas para que comiencen a ser operativas. “El desajuste entre ley y ausencia de reglamento precisamente fue una de las causales que han causado una hecatombe administrativa que le sobrevino a la Policía. Los reglamentos bien definidos marcan la pauta para que los funcionarios sepan los alcances, límites y derechos”, adicionó.

Sobre la escogencia de los personajes que permitirán la aplicación eficaz de la ley, Sánchez respondió que “deberán ser electos con mecanismos de selección a partir de la meritocracia y procesos bastante rigurosos”.

En el caso de la Carrera Policial, refirió que “el apartado de carrera policial está diseñado de manera que las personas cuando entran a hacer su servicio policial sepan que les espera toda una vida de formación, de ascensos, de derechos, de obligaciones, servicio específico, entre otros”.

Dijo que “hoy vemos que la carrera policial les está dejando todo un catálogo de oportunidades a las promociones que vienen, porque la salida de las últimas ocho cúpulas dejó espacio para que oficiales bastante jóvenes empezaran a ingresar a unas plazas administrativas y que finalmente le fuera abriendo paso a las generaciones que tenían detrás casi de forma acumulada”.

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