“El día de ayer, personal de la Secretaría del Trabajo, estuvo unas horas antes del problema con tres inspectores del trabajo y un inspector de higiene y seguridad y resulta que estas minas no tienen un propietario, ni un jefe sino que son totalmente artesanales e incluso los propios trabajadores armados, no dejan entrar a los inspectores de higiene y seguridad”, afirmó el funcionario.
Lamentó lo ocurrido en esa mina, ya que esa secretaría, desde el año pasado está haciendo inspecciones de oficio, es decir que es por cuenta del Ministerio del Trabajo y no porque los trabajadores demanden la presencia en esos lugares donde hubo dos muertes durante 2013 en una zona cercana.
“Tenemos hasta fotografías del día de ayer cuando se presentaron los inspectores y los propios trabajadores autónomos que explotan la mina, no dejaron que los inspectores pudieran entrar para hacer el proceso de decirles las condiciones en el trabajo, porque es evidente que en la mina trabajan demasiado artesanalmente sin condiciones de salud y casualmente ese el trabajo que hicimos con el ministerio para advertirles”, aseveró.
Agregó que no es la primera vez que se les hacen advertencias no sólo a los obreros por cuenta propia de esa mina sino a otras que funcionan en la zona, pero es una pena que el Estado hace lo propio advirtiendo sobre el peligro, pero no hay conciencia de parte de esas personas.
Señaló que aunque se hacen trabajos coordinados con la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), y se cierran esas minas, quienes las explotan son pobladores que viven en la cercanías y luego resultan este tipo de tragedias.
Por su parte, el viceministro de Serna, Carlos Pineda, indicó que se trata de una mina artesanal sin ninguna concesión, es decir, que es ilegal y existen antecedentes como el ocurrido el año pasado cuando se hizo una inspección conjunta con Copeco, el Ministerio del Trabajo, el Ministerio Público, las Fuerzas Armadas, la municipalidad de El Corpus y la junta directiva de los mineros artesanales y se hizo una primera inspección pero no hubo acceso a la mina.
Luego se hizo una segunda inspección y la recomendación en ese momento, fue la lógica, que había que cerrar esa mina y empezar a hacer un proceso formal para incluso solicitar, de acuerdo a la nueva Ley de Minería, una concesión artesanal, “pero desgraciadamente, la gente cierra las minas mientras está el Ejército y el Ministerio Público que no pueden estar permanentes cuidando todas las bocaminas y con el tiempo se regresan a la actividad”.
