Guatemala – Dos de los cuatro migrantes de nacionalidad hondureña heridos en Guatemala después de un ataque armado continúan este viernes su recuperación y están en condición de gravedad, informaron fuentes médicas.
La portavoz del Hospital San Juan de Dios, Claudia Benavente, explicó que están en recuperación, aunque uno de ellos, que tenía dos heridas de bala en el cráneo, «se encuentra en intensivo» después de salir de la sala de operaciones la noche del jueves, día en el que los cuatro fueron atacados.
Los heridos han sido identificados como Selvin Alexis, de 16 años; Evin Javier M.C., de 19; Rony Saul P.A., de 23, y José Andrés O.P., de 24, y precisamente el joven de 19 de años es el que está más grave después de este ataque, que tuvo lugar en el Anillo Periférico, frente a la Colonia 4 de Febrero, en la zona 7 de la capital.
El parte médico de este viernes indica que el muchacho de 19 años, que fue operado la noche del jueves «para reparar la capa de la duramadre que recubre el cerebro porque la herida atravesó ambos hemisferios», se le hicieron transfusiones de más de cinco litros de sangre y está «grave» con «un drenaje intracraneal» y con pronóstico «reservado».
José Andrés también está «grave» por «una complicación de la presión arterial» después de la operación, y los otros dos, entre ellos un menor de 16 años, están en el área de Traumatología de Emergencia para realizarles «procedimientos de lavado» y colocarles «canales por las lesiones óseas provocadas por las balas».
Los cuatro fueron atacados el jueves por unas personas que iban en un vehículo y que, por motivos que se desconocen, les dispararon.
Centenares de hondureños, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes, con muchos niños, siguen este jueves abandonando su país con la idea de llegar a Estados Unidos y la esperanza de acabar con la situación de desempleo e inseguridad que sufre Honduras.
Esta es al menos la cuarta caravana de migrantes que sale del Triángulo Norte de Centroamérica, una de las zonas más pobres y violentas formada por Guatemala, Honduras y el Salvador, desde el pasado mes de octubre a pesar de las amenazas reiteradas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
De hecho, a finales de marzo el Gobierno estadounidense anunció que retiraría la asistencia económica a los países del Triángulo Norte de Centroamérica por «no hacer nada» y permitir la formación de caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a Estados Unidos.
Ante esta decisión, días después los Gobiernos de los tres países se comprometieron a investigar a las organizaciones que se dedican al tráfico ilícito de inmigrantes hacia Estados Unidos y pidieron a los padres de familia «evitar exponer a sus hijos a los riesgos que comprende el trayecto migratorio irregular».
Un total de 196.061 migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica fueron deportados desde Estados Unidos y México durante 2018, lo que representa un aumento del 37,9 por ciento más que el año anterior.