Tegucigalpa – La adopción del dólar podría ofrecer estabilidad inflacionaria y reducir el riesgo cambiario, pero también limitaría la capacidad del país para implementar políticas monetarias autónomas y responder a choques económicos internos y externos, señaló la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en su más reciente boletín oficial.
Según las estimaciones realizadas por los economistas del Alma Mater, “la implementación de una dolarización formal en Honduras exigiría una inversión estatal mínima de 20 mil millones de dólares”.
Dicha cifra se fundamenta en la necesidad de convertir todos los activos nacionales respaldados en lempiras a dólares, abarcando la oferta monetaria que incluye billetes y monedas en poder del público, depósitos a la vista, depósitos en cuentas de cheques, depósitos transferibles, otros depósitos y valores distintos de acciones en moneda nacional, y un margen adicional para garantizar la estabilidad económica.
La UNAH señala que se debe considerar que es esencial evaluar la situación macroeconómica actual, como la inflación, la estabilidad del tipo de cambio, el crecimiento económico, las reservas internacionales y la estructura del mercado laboral, para definir la posibilidad de dolarizar la economía.
“Adoptar esta medida no garantiza emprender un proceso de desarrollo humano sostenible, si no va acompañada de reformas estructurales profundas en el aparato productivo del país”, apunta el boletín.
La máxima Casa de Estudios también refiere que es necesario un marco legal apropiado y una estabilidad política que propicie un mejor clima de negocios, disminuya el riesgo país, convirtiéndose en una estrategia atractiva de promoción de la inversión, nacional y extranjera.
“Es importante considerar si la economía hondureña está lo suficientemente diversificada y fortalecida para soportar los efectos de la dolarización, esto con el sentido, de no impactar negativamente en sectores clave como el exportador, el sistema financiero, comercial, agropecuario, entre otros, tratando de adaptarlos a la pérdida de autonomía monetaria y minimizar el riesgo de impactos adversos para el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica del país”, cita el reporte.
Asimismo, afirma que es esencial que tanto el Banco Central de Honduras como el sistema bancario se adapten adecuadamente al nuevo entorno, mediante la reestructuración de su infraestructura y procedimientos para operar con dólares estadounidenses, asegurando así una integración eficiente y estable. VC