Tegucigalpa – La titular de la Dirección General de Medicina Forense (DGMF), Julissa Villanueva, no descartó que las amenazas recibidas en los últimos días sean a causa del caso de la agente de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) encontrada muerta en el occidente del país el pasado 11 de junio.
Hallazgos reveladores en el cuerpo de la exjefa de la ATIC en Copán, Sherill Hernández Mancía (28), han derivado en amenazas contra la doctora Villanueva y parte del equipo de investigadores que manejaron la escena del crimen.
“Creo que es fundamental poder interpretar los hallazgos de los cadáveres, de indicios imborrables y estos hacen que la objetividad del trabajo forense pueda ser visualizado, revisado y reproducido por otros expertos, de tal manera que nunca he temido el trabajo que hacemos nosotros”, explicó Villanueva.
Continuó que “el crimen, las voces silenciadas de hombres, mujeres y niños son llevadas a la vida, a la interpretación en las planchas de autopsia cuando los expertos a través de los indicios los hacemos hablar. En el caso de muertes violentas de mujeres, las mujeres también hablan y gritan y dicen que es lo que está sucediendo”.
Las reiteradas amenazas a Julissa Villanueva y su equipo la obligaron a presentar denuncia ante el Comisionado de los Derechos Humanos. La doctora ya dispone de vigilancia policial para garantizar su integridad.
Los cuerpos de inteligencia investigan de donde provienen las amenazas contra Villanueva.
Anteriormente, Villanueva había manifestado que “se trata de grupos interesados en detener investigaciones de alto impacto, para que la verdad no salga a flote”.
Se conoció que el acta de levantamiento del cuerpo de la exjefa de la ATIC en Copán y el manejo de la escena del crimen no encaja en lo observado en la mesa de autopsias y el análisis científico en laboratorio, controversias que la directora de Medicina Forense plasmó en un informe que presentó a la Fiscalía.