Tegucigalpa – Tras la absolución en el fallo a Kevin Solórzano este martes, el joven dijo que se siente “alegre ya que Dios es perfecto”.
Solórzano confesó que ha sido un proceso muy difícil, pero ya finalizó esta prueba.
“Yo demostré que era inocente y eso es lo más importante para mí y mi familia, porque no volveré a la cárcel”, dijo visiblemente emocionado.
Reiteró estar agradecido con Dios, asimismo con todas las personas que creyeron en él, que oraron por él, “gracias por esos mensajes y creer en mí”.
Celebró que está libre y ahora hay que darle vuelta a la página, expresó.
“En otra ocasión lloré porque fui condenado injustamente y ahora mis lágrimas son de alegría. Tengo que poner la confianza en Dios porque la prueba fue muy difícil”, señaló.
Indicó que lo que sucedió hoy da esperanza para que el pueblo hondureño crea en la justicia hondureña.
Los jueces valoraron todas las pruebas, tengo sentimientos encontrados porque ocho años después se hizo justicia, detalló.
“Dios se encarga de todo, nadie se escapa de la justicia de Dios, en la cárcel hay muchos casos como el de Kevin Solórzano”, concluyó.
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