Mediante operativos en distintos puntos de la capital del país, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) desbarató una peligrosa banda de secuestradores, al tiempo que se les dio detención a sujetos que se encargan de cobrar el mal llamado “impuesto de guerra”.
La relacionista pública de la FNA, Norma Moreno, explicó que mediante una orden de captura por el presunto delito de secuestro se logró detener a Francisco Alexander Álvarez Ochoa (36), quien sería el principal cabecilla de la banda.
También fueron detenidos: Antonio Reyes Melgares (20) y su hermana Jessi Jackeline Reyes Melgares (18), éstos también son señalados por el delito de secuestro en perjuicio de varios testigos protegidos.
Asimismo, en Valle de Ángeles se logró la captura de los presuntos extorsionistas: Leonel Redondo Flores y un menor de 16 años, a quienes se les encontraron ocho mil lempiras, producto de la “renta” que cobraban a trabajadores del rubro de transporte de la colonia 21 de octubre.
La portavoz de la FNA confirmó que Francisco Alexander Álvarez Ochoa estuvo involucrado en la muerte de su madre y hermana en diciembre de 1994.
Cabe recordar que el Juzgado Segundo de Letras de lo Criminal de Tegucigalpa determinó en su momento que un tribunal de menores establecería las sanciones para los autores intelectuales y materiales del parricidio, Alexander Álvarez Ochoa, y su esposa Nívida Hernández, ambos menores de edad en aquél entonces.
Gloria Ochoa de Álvarez y su hija Alba Lizeth Álvarez Ochoa fueron asesinadas por Alexander y Nívida, con la ayuda de Francisco Vázquez Matute, el 25 de diciembre de 1994, en la casa de la familia, en el barrio Lempira de la capital hondureña.
Estas tres personas fueron confesas del crimen, que conmovió a la sociedad hondureña.