Según Reyes, las diferentes situaciones de delincuencia, crimen organizado y problemas políticos están repercutiendo en el problema agrario.

El funcionario, manifestó que se están implementando trabajos y operativos para recuperar la tranquilidad de la conflictiva zona.

“Así que confiemos en eso en el trabajo de las autoridades y en la luchas legítimas de acceso a la tierra tal y como se ha venido negociando con los representantes del MUCA y MARCA”,señaló.

En ese sentido, sostuvo que el gobierno está en la obligación de buscar soluciones y no llorar ante el problema.

A finales del mes de julio, el presidente Lobo manifestó que “de tontos a nadie le vamos a servir, así que van a ser tratados como deben ser, este es un problema de seguridad nacional”.

El sector del Bajo Aguán es una de las zonas de Honduras más conflictivas para el agro, donde en los últimos dos años han fallecido al menos 50 personas entre campesinos y guardias de seguridad.