Tegucigalpa – Alrededor de una treintena de cabecillas de grupos criminales fueron trasladados este miércoles desde la cárcel de Morocelí en el Paraíso, conocida como La Tolva.
– De nuevo los trasladados volvieron a portar el uniforme anaranjado que estrenaron cuando se abrieron las cárceles de máxima seguridad en 2016.
Elementos de las Fuerzas Armadas a través de la Policía Nacional del Orden Público (PMOP), ejecutaron las operaciones de extracción, traslado y reubicación de privados de libertad considerados de alta peligrosidad.
La operación de traslado se realizó con cápsulas de seguridad transportando 29 privados de libertad desde el centro penal de La Tolva a otro centro carcelario que no fue especificado.
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La matanza de 46 privadas de libertad el pasado 20 de junio en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), obligó al gobierno a replantear las estrategias para recobrar la gobernabilidad en los presidios hondureños calificados como “escuelas del crimen”.
Previo a la cruenta masacre de reclusas en Támara, se había declarado emergencia en el sistema penitenciario a raíz de balaceras múltiples en las principales cuatro cárceles hondureñas. La designada para llevar a cabo la intervención fue Julissa Villanueva, quien a lo largo de 70 días tuvo un tibio desempeño que se acompañó con una decena de sucesos violentos en el interior de las ergástulas carcelarias.
Ante la gravedad de los acontecimientos la medida gubernamental más significativa fue asignar el control de los recintos carcelarios a las Fuerzas Armadas, a través de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), un cuerpo élite creado en la administración gubernamental anterior y que incluso fue calificado como la oposición de aquel entonces -pero que hoy gobierna el país- como la guardia pretoriana de Hernández.
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Megacárcel en islas El Cisne
Cabe recordar que el gobierno autorizó realizar compras directas para construir una cárcel en Islas del Cisne mediante decretos de PCM.
Esto surge luego de los constantes tiroteos y reyertas que ocurren en los centros penitenciarios del país, especialmente en las denominadas “cárceles de máxima seguridad”.
De igual manera, coincide con el regreso de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) a la administración de los centros penitenciarios tras la muerte de 46 mujeres en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS). JS