Pero en julio de 2008, se hicieron los primeros avistamientos del ave en el departamento occidental de Santa Bárbara y en noviembre se identificó su hábitat, distribuido en seis sitios, informó Cárcamo en declaraciones publicadas hoy por la prensa.
El ave fue detectada en Santa Bárbara, departamento fronterizo con Guatemala, durante trabajos del proyecto Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (SIEPAC), refirió la funcionaria hondureña.
El colibrí esmeralda (Amazilia luciae) mide alrededor de 10 centímetros y en su plumaje predomina el verde profundo.
La presencia del colibrí en el valle del Aguán ha retrasado durante años la pavimentación de la carretera entre esa zona y la región central del país por las exigencias de organismos internacionales para que se tomen medidas de protección del ave.
El hábitat del colibrí se ha reducido por la destrucción del bosque seco para uso en agricultura y ganadería, lo que ha puesto al animal en la lista de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Cárcamo subrayó que el descubrimiento de la nueva población contribuirá a la conservación del colibrí esmeralda, pero que «la especie seguirá catalogada en peligro crítico».
El grupo investigador estuvo integrado por los hondureños Mario Espinal y Leonel Marineros; el ornitólogo David L. Anderson, de la Universidad del Estado de Luisiana (EEUU); el especialista en colibríes H. Ross Hawkins y Deborah M. Atwood, Ricardo Steiner (hondureño) y Robert E. Hyman de «The Explorers Club», una organización conservacionista estadounidense.
La investigación contó con el apoyo del ICF, la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano y la empresa Tabacalera Hondureña.