Un portavoz de la Procuraduría General de la capital mexicana dijo a Efe que un desconocido atacó hoy a Andrade con un cuchillo cuando iba a dejar a su nieta al colegio, hacia las 8.00 hora local (14.00 GMT), y aclaró que está recibiendo tratamiento en un hospital por una herida de cinco centímetros en la mejilla.
La agresión se produjo dos meses después de que la activista, fundadora del grupo «Nuestras hijas de regreso a casa», recibiera cinco disparos en un ataque perpetrado por un sujeto en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
La misma fuente dijo que Andrade desconoce los motivos de la agresión o la identidad del atacante. La activista estaba declarando ante la policía en el centro médico de esta capital en el que está siendo atendida.
Por la noche, el Gobierno mexicano condenó «enérgicamente las agresiones en las que resultó herida Norma Andrade», y reiteró «su compromiso de protección a las y los defensores de derechos humanos», de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Gobernación.
Añadió que a solicitud de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Secretaría de Gobernación «ha activado los procedimientos correspondientes para brindarle la debida protección» a la activista y a su familia en coordinación con el Gobierno de Ciudad de México.
Andrade, que ha sido amenazada de muerte por grupos de narcotraficantes, se trasladó a la capital mexicana después del atentado que sufrió el 2 de diciembre en Ciudad Juárez, que le causó heridas en el hombro izquierdo y en la mano derecha.
Ante este nuevo ataque, la sección mexicana de Amnistía Internacional consideró que la activista está «en inminente peligro» y llamó a las autoridades mexicanas a cumplir su deber de ofrecerle una efectiva protección que incluya el hospital donde se encuentra.
El organismo recordó que desde 2008 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó medidas de protección para cuatro integrantes de «Nuestras Hijas de Regreso a Casa», que obligan a las autoridades mexicanas a garantizar su seguridad.
En los últimos dos años cinco activistas de derechos humanos han sido asesinados por el crimen organizado y otros doce han abandonado el país, según la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua.
El caso más reciente es el de Susana Chávez, poeta y activista, creadora del lema «Ni Una Más» para protestar contra los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, más de medio millar desde 1993, la gran mayoría impunes.
Chávez fue violada, asesinada y mutilada el 11 de enero del 2011 por tres personas, entre ellos un menor.
