– De los 72 fallecidos en 2010, 58 eran hombres y 14 mujeres provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Brasil
– El crimen se conoció gracias a que un ecuatoriano logró huir de los secuestradores y de la muerte, a pesar que le habían disparado, y reveló el lugar donde estaban abandonados los cadáveres
El diario Proceso de México ofreció una síntesis de la manera en que Los Zetas cometieron sus atropellos contra cientos de indocumentados centroamericanos entre los años 2010 y 2012.
El rotativo detalla que los migrantes salieron en autobuses de pasajeros rumbo a la frontera, soñando con una nueva vida pero regresaron a bordo de un tráiler con caja refrigerante que los depositó en una morgue.
La mayoría de los 196 cadáveres hallados en abril de 2011 en las fosas de San Fernando, Tamaulipas, eran de migrantes pobres asesinados a golpes; su vida no valió ni siquiera una bala.
Al gobierno de Tamaulipas le preocupaba que la mala publicidad espantara el turismo y las inversiones. Alguien ordenó sacar del estado los cuerpos para tapar el escándalo.
La información está contenida en la serie de cables desclasificados que funcionarios estadounidenses enviaron de México a Washington entre 2010 y 2012.
En esos reportes queda claro que el gobierno mexicano estaba al tanto de los crímenes que cometían Los Zetas en San Fernando desde antes de la masacre de los 72 migrantes (23 eran hondureños) de agosto de 2010 y del hallazgo, al año siguiente, de las fosas comunes.Leer nota.