“Nuestra hipótesis apunta de que no existió sabotaje alguno”, dijo a periodistas el fiscal de protección del Ambiente, Aldo Santos.
Sin embargo, dijo que existen elementos que no son propios de la investigación y que no acredita de manera “contundente” de que “efectivamente” pudo haber un a mano criminal en lo ocurrido.
Recordó que la misma empresa ha tenido el mismo accidente en dos ocasiones anteriores y con rupturas en ese mismo tramo.
Santos añadió que tendría que analizarse la calidad del material utilizado y todo el entorno en el que se encuentra ubicado el oleoducto.