Entre los hospitales donde se detectó el desaparecimiento de los medicamentos están; San Felipe de Tegucigalpa, Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, San Lorenzo en el sur del país y San Francisco de Juticalpa.
Según la funcionaria, de cada 10 recetas que se emiten en los centros hospitalarios siete de ellas presentan anomalías para facilitar la sustracción de los productos que son propiedad del Estado.
Escobar confirmó que el desabastecimiento de medicamentos es producto de la corrupción que lograron constatar en recetas que no coinciden con los expedientes, medicamentos próximos a vencerse porque le dan prioridad a los fármacos de los visitadores médicos.
Agregó que además del tráfico de influencias entre los empleados de las farmacias, medicamentos que venden actualmente en glorietas están señalados por las autoridades sanitarias.
Escobar señaló que es el momento para que el Ministerio Público haga una investigación y que la Fiscalía de los Derechos Humanos se interese por el derecho de los pacientes.
Recomendó a las autoridades de Salud invertir en una base de datos con un sistema conectado a nivel nacional para cerrar el paso a los empleados corruptos.
Mientras, Janeth Almendares, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros de Honduras (ANEAH), sostuvo que es una red la que opera.
Advirtió que “si las autoridades de la fiscalía en verdad investigan se van a ir cabezas grandes”.
Señaló que personal del Almacén Central realizan el saqueo en todos los hospitales, además denunció que la compra de jeringas es otro negocio a beneficio de la administración en donde la clave es “yo te ayudo y vos me ayudás”.
Asimismo, dijo que muchas veces se compran medicamentos y no llegan ni al Almacén Central.
Lamentó que en Honduras sólo se hace el escándalo y nadie hace nada porque es una red a nivel nacional vinculada a los partidos políticos y diputados.
Por su parte, el ministro de Salud, Salvador Pineda, dijo que ese tema está en un proceso de investigación, “hemos encontrado algunas irregularidades a través de las farmacias, en la elaboración de recetas y en la entrega de los medicamentos a personas que no le corresponde”, explicó.
Agregó “estamos documentando los casos con el objeto de pedir las sanciones para quienes hayan cometido el delito”.
“Estamos vigilando la cadena desde el momento que se compra hasta que se entrega al paciente”, arguyó.
