«Es una satisfacción jugar la final en Maracaná, un día feliz, una fiesta, mas allá de la responsabilidad que tenemos. Para todos es algo muy bonito. Brasil es historia del fútbol, son los padres del fútbol y en un estadio como Maracaná que ha vivido momentos extraordinarios. Somos felices de jugar la final aquí y ojalá podamos regresar en 2014», manifestó en rueda de prensa.
Del Bosque, poco expresivo, confesó su pasión por el fútbol por encima de su comportamiento tranquilo en los banquillos. «He sido privilegiado de poder ser futbolista. El fútbol es mi pasión, mi vicio. Disfruto mucho en los momentos de tensión. He tenido la fortuna de estar en equipos grandes y en la selección. He disfrutado mucho a pesar de que no sea muy expresivo».
Valoró el seleccionador español la Copa Confederaciones de España a la espera de poner el broche final. «Hemos hecho una buena Confederaciones. No llegamos a la final en el mejor momento físico pero el estímulo de jugar contra Brasil en Maracaná y ganar la copa es grande. Llegamos en buen momento».
Del rival destacó que es «un equipo compacto, serio en defensa» y que «ha trabajado muy bien las transiciones rápidas en ataque con buenos delanteros».
Preguntado por el factor fortuna que nuevamente cayó de lado de España en la tanda de penaltis ante Italia en semifinales, Del Bosque la admitió, pero apeló al acierto de sus lanzadores.
«Algo de suerte hay, pero también hay que tener temple para tirar penaltis en situaciones límites cuando se decide un resultado. Hemos tenido buena serte pero también templanza para lanzarlos», dijo.
Por último, destacó la experiencia de los internacionales españoles como para que no les afecte jugar ante un estadio en contra. «Creo que no va a influir nada. Nos hemos sentido admirados y respetados en Brasil pese a que en algún partido hemos tenido a la afición en contra. Son jugadores expertos, maduros, que han jugado partidos importantísimos. No nos debe afectar. Es bueno jugar con emoción».
